El mercado intenta participar de la reglamentación de la reforma

Los dejaron fuera del armado del proyecto de reforma del mercado . Ahora, los operadores de Bolsa aspiran a tener voz en la reglamentación de la ley que, descuentan, pasará por el Congreso sin sufrir grandes modificaciones.

La semana que viene, la mesa directiva del Mercado de Valores (Merval) tiene prevista una audiencia con la gente de la Comisión Nacional de Valores (CNV) , según confirmaron varias fuentes bursátiles. Allí, la intención de los hombres del mercado sería lograr que las autoridades de la CNV al menos tengan en cuenta sus comentarios para la reglamentación de la ley que todavía no llegó al Congreso.

"La ley es un hecho, no creemos que haya margen para negociar. Pero al menos nos gustaría ser escuchados para la reglamentación", confió a LA NACION una fuente, que pidió no ser identificada.

Aunque todavía no se conoció el proyecto de ley definitivo , el borrador que desde esta semana empezó a circular en la City complicaría sobre todo la actividad de la Bolsa de Comercio y, en menor medida, la del Merval. Es por eso que al menos los accionistas del Merval estarían poniendo sus esperanzas en la reglamentación. Les preocupan el proceso de desmutualización, que elimina la obligatoriedad de tener acciones de un mercado para ser agente bursátil, la nueva exigencia patrimonial que podría imponer la CNV y la definición que haga de las garantías y comisiones.

Para la Bolsa de Comercio, la situación es más complicada. La institución que este año celebró su 158° aniversario perdería con la nueva ley prácticamente todas las funciones que hoy tiene, como por ejemplo determinar la "ofertabilidad" de un valor negociable. El borrador del proyecto habla, además, de la necesidad de que los mercados sean sociedades anónimas (la Bolsa es una asociación sin fines de lucro) y establece la creación de un nuevo tribunal arbitral para el mercado bursátil, cuando la Bolsa tiene uno propio desde hace más de 50 años y de gran reputación entre los actores del mercado.

Más allá de la letra fina que llegue con la reglamentación, la actividad de la Bolsa podría modificarse estructuralmente. Las autoridades de la entidad, no obstante, no habían tenido hasta anoche ningún contacto formal con funcionarios del Gobierno.

De acuerdo con el texto del borrador, una vez que entre en vigor la ley de reforma del mercado, la CNV tendrá 180 días para dictar las reglamentaciones correspondientes.

Impacto desparejo

El MAE, el mercado electrónico en el que operan los bancos bonos y dólar, y el Rofex, el mercado de futuros de Rosario, habrían decidido por su parte mantener el bajo perfil. Después de todo, serían dos de los menos perjudicados con la reforma bursátil. El MAE porque no estaría tan afectado con la desmutualización, y el Rofex porque podría empezar a operar muchos productos que hasta ahora estaban canalizados por el Merval. El mercado de futuros de Rosario, además, había eliminado ya hace años la obligatoriedad de ser accionista para poder operar. Hoy sólo exige una membresía que además se puede transferir.

El proyecto de reforma del mercado, sin embargo, siguió generando algunas críticas. El ex titular del Banco Central Javier González Fraga dijo, por caso, que el proyecto "es peligroso" en el actual contexto de desconfianza y aprietes" que hay en la economía del país, y la pérdida de "prestigio e independencia" que le adjudica a la CNV. "Con lo de Papel Prensa, desde hace algunos años, por ejemplo, (la CNV) ha demostrado que es un instrumento más de la política del Gobierno en contra de los enemigos del Gobierno", señaló, en declaraciones radiales.

Ayer, el secretario de Finanzas, Adrián Cosentino, defendió en Nueva York la propuesta oficial ante representantes del sector bancario y financiero. Según dijo, el proyecto de ley "apunta a una reconfiguración integral del funcionamiento del mercado de capitales, en línea con los buenos ejemplos internacionales de promoción y regulación responsable". Cosentino viajó a Estados Unidos para participar de un evento sobre deuda soberana, en el marco de las actividades vinculadas a la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Otra baja en la nota de la deuda

La calificadora de riesgo Moody’s redujo ayer la nota asignada a los bonos soberanos argentinos emitidos en dólares debido a las restricciones que el Gobierno impuso en el mercado cambiario y que quedaron a la vista con el denominado "efecto Chaco". La agencia bajó la nota de la deuda en dólares de B2 a B3 para borrar la diferencia que mantenía con la emitida en pesos. Lo hizo ante la posibilidad latente de que "el sector privado y los gobiernos locales (provincias o municipios) no puedan acceder al mercado de cambios" para poder pagar las deudas contraidas.

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