Guzmán anunció la puesta en marcha de un plan para bajar la emisión y el déficit en el marco del acuerdo con el Fondo

Unos minutos pasadas las 10.30 de la mañana, el ministro de Economía, Martín Guzmán, junto al jefe de Gabinete, Juan Manzur, entró en el microcine del Palacio de Hacienda para anunciar los “entendimientos” a los que llegó el Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Era la conferencia de prensa que esperaban con ansiedad los agentes económicos, después del fuerte hermetismo que caracterizó las negociaciones. El ministro confirmó el pedido de un nuevo préstamo por US$44.500 millones bajo el programa de facilidades extendidas (PFE), que tendrá una duración de 10 años y servirá para financiar los vencimientos del programa stand-by, acordado durante el gobierno anterior.

Guzmán enumeró las metas preacordadas con el FMI en cuanto al sendero de reducción del déficit fiscal y del financiamiento por parte del Banco Central (BCRA), pero no dio demasiados detalles sobre cómo se lograrán cumplir esos objetivos. El ministro también dijo que se reducirá la inflación con tasas reales de interés positivas y controles de precios (sin fijar una meta en este punto), y anunció que “no habrá ningún salto cambiario”, pese a que la falta de reservas del Central hace creer que será difícil mantener la misma estrategia de devaluar el peso a un ritmo menor que la inflación.

Guzmán fue optimista en su disertación y dijo que este año, en el marco del nuevo programa, se acumularán reservas por US$5000 millones. En 2021, pese a tener un superávit comercial de casi US$15.000 millones (diferencia entre exportaciones e importaciones), las reservas del Banco Central se mantuvieron en el mismo nivel que el año anterior.

Una idea sobre el lugar del que podrían llegar los dólares pasa por el acuerdo que se está negociando con el FMI. El ministro indicó que el Fondo podría devolver los casi US$4500 millones pagados al organismo en septiembre y diciembre pasados.

Para que el Fondo ejecute los desembolsos, habrá revisiones trimestrales de los técnicos del organismo durante los primeros dos años y medio. “Con esos desembolsos se irán haciendo los pagos del programa que había acordado el gobierno anterior y el remanente se utilizará para ir acumulando reservas”, dijo el ministro.

Guzmán tampoco dio detalles de cómo será luego el nuevo esquema de vencimientos para devolver ese dinero al FMI, que comenzaría cuatro años y medio después de aprobarse el nuevo programa y duraría hasta los 10 años después de que el acuerdo tenga luz verde. El esquema de vencimientos también está en pleno proceso de negociación.

“Se ha negociado un financiamiento por un equivalente al monto de lo que fue el programa stand-by que había acordado el gobierno anterior. Es decir, de alrededor de US$44.500 millones. Todo lo que resta vencer de aquí a la finalización de los pagos del programa stand-by más el monto de las amortizaciones de capital ya realizadas en septiembre y diciembre de 2021 que se pagaron con los derechos especiales de giro [DEG, el dinero del FMI] que la Argentina había recibido durante el año pasado”, dijo Guzmán.

El ministro confirmó que se pagó el vencimiento de capital de US$718 millones y también se cancelará el de US$368 millones del martes próximo en concepto de intereses. La Argentina tiene otro vencimiento importante de US$2800 millones el 21 de marzo, para el que no tiene las reservas suficientes. Sin embargo, el funcionario es optimista respecto de que el acuerdo se aprobará antes en el Congreso y en el directorio del organismo, lo que permitirá destrabar la llegada de fondos frescos del mismo FMI para hacer frente al pago.

Por el lado fiscal, el funcionario anunció el sendero acordado, que era la meta que más lo diferenciaba del Fondo, según había dicho semanas atrás frente a los gobernadores. La Argentina se comprometió a bajar su déficit de 3% del PBI del año pasado a 2,5% en 2022; 1,9% en 2023, y 0,9% en 2024. Más tarde, en Twitter, la número dos del FMI, Gita Gopinath, completó que en 2025 se deberá llegar al déficit cero.

Se trata de un cambio con respecto a la oferta inicial del ministro, que buscaba llegar al equilibrio de las cuentas fiscales en 2027. También muestra una diferencia con el déficit de 3,3% del producto que había estimado para este año en el fallido proyecto de prepuesto.

¿Cómo se financiará ese déficit? El ministro indicó que llegó también a un acuerdo con el Fondo para establecer “una reducción gradual, pero decidida, de la asistencia monetaria que realiza el Central al Tesoro”. Según las metas, la entidad que conduce Miguel Pesce solo podrá financiar 1% del PBI este año (una baja sustancial del 3,7% del PBI del año pasado), 0,6% en 2023 y ninguna asistencia del Central en 2024.

Por este punto pasará la verdadera reducción del déficit fiscal. Al tener limitada la emisión del Banco Central, el Gobierno deberá buscar el resto del financiamiento en el mercado de deuda local, ya que el internacional sigue cerrado con un riesgo país arriba de 1800 puntos básicos. Fuentes del Ministerio de Economía también indicaron que se buscará financiamiento de otros organismos multilaterales (Banco Mundial, BID, CAF) y otros socios internacionales.

Para atraer a los inversores a financiar el gasto del Tesoro, el ministro adelantó que habrá una suba de tasas de interés real, que actualmente está en 40%, por debajo del 50% de inflación interanual. Esta política de tasas de interés también ayudará, según el ministro, a bajar la inflación, junto con la política de controles de precios y la reducción de la emisión.

Guzmán cerró su conferencia con agradecimientos por el apoyo al Presidente y a la vicepresidenta Cristina Kirchner y al titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. “Nuestro Presidente mantuvo en todo el tiempo el rumbo, la tranquilidad y la capacidad de negociar con toda la fuerza y la lucidez defendiendo los intereses de nuestra Nación. Este resultado tiene como principal responsable a nuestro Presidente, también a nuestra vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, dueña de una fuerza única que también ha sido de mucho valor para lo que se ha logrado. Y al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, que ha estado muy activo, ayudando muchísimo sobre todo en esta recta final que son los momentos más críticos y delicados, tanto en el plano nacional como en el internacional”, concluyó.