Jorge Brito, el empresario "titular" que estuvo con Cristina en Santa Cruz
Es dueño del Banco Macro y durante el kirchnerismo aumentó sus ganancias más de 650%; perfil público de uno de los empresarios que más ganó en la última década
lanacionarTres días después de haber protagonizado la peor elección en una década, la presidenta Cristina Kirchner dio un duro discurso en el que convocó a los empresarios a discutir con "los verdaderos jugadores, no con el banco de suplentes que me ponen en las listas". Mencionó a un nombre propio, el de Jorge Brito, dueño del Banco Macro, presidente de la Asociación de Bancos (Adeba), cercano al kirchnerismo pero de excelente vínculo con el intendente de Tigre, Sergio Massa.
Desde el principio, el banquero mantuvo una relación tensa con el kirchnerismo, pero la pudo reconvertir en beneficio mutuo, hasta convertirse en uno de los engranajes fundamentales entre el Gobierno y el sector financiero.
Según detalla el libro Los Patrones de la Argentina K (Editorial Planeta), de los periodistas Pablo Fernández Blanco y Esteban Rafele, Brito almorzaba con otro banquero el mediodía del jueves 15 de mayo de 2003 cuando sonó su teléfono celular. "Kirchner habló de vos en lo de Mirtha Legrand, ¿lo escuchaste?".
Miguel Ángel Toma, entonces titular de la SIDE, le avisó al hombre fuerte del Banco Macro que, en el programa del mediodía, el Presidente electo miró a cámara y le mandó un mensaje con tono enérgico: "Yo conozco al grupito que ha hecho operaciones que no corresponden. Algunos de ellos manejan bancos que fueron privatizados en las provincias. Yo los conozco, ¿eh?".
"Los banqueros" eran, en realidad, uno. Brito vio el video el domingo siguiente, en el programa de Jorge Lanata, Día D. El hombre de negocios se había jugado entero a la candidatura presidencial de Carlos Menem, que acababa de bajarse de la segunda vuelta.
La relación con Kirchner
Cuatro meses después del encontronazo mediático, Brito conoció a Kirchner. "Mire, Presidente, no lo conozco, yo no lo voté, pero necesito que le vaya bien. Porque si a usted le va bien, a mí me va a ir bien", le dijo. Como primer gesto, Adeba, la Asociación de Bancos de capital nacional que Brito comandaba, ofreció créditos para obras viales por 500 millones de pesos (unos 167 millones de dólares). Fue el primer préstamo al que accedió el gobierno de un país todavía en cesación de pagos.
Macro comenzaba a convertirse en el banco de capitales nacionales más importante del país. Sus activos crecieron en diez años 863%; sus ganancias, un 650%. Brito, a quien años después la embajada de Estados Unidos llamó "el banquero de Néstor", había logrado, otra vez, ingresar al círculo del poder.
Una vez que firmó la paz con el Gobierno, Brito estuvo listo para convertir al Macro en uno de los más grandes del país. En la década kirchnerista, la entidad triplicaría su cantidad de sucursales mediante la adquisición de bancos con fuerte presencia en el interior del país. En los últimos diez años, el Banco Macro embolsó ganancias por $6667,2 millones. Su valor de mercado creció a fuerza de esa expansión y en 2012 alcanzó los $7.200 millones.
Brito se convirtió en el referente de Néstor Kirchner para el sector financiero. Parco y callado, habla para sus adentros, pero sabe escuchar. Y aprendió rápido a tratar al ex presidente y a Julio De Vido, de quien se hizo amigo.
La era de Cristina, sin Néstor
La muerte de Néstor cambió esa manera de llevar la relación con los empresarios a los que quería de su lado. Con Cristina sola, la relación entre el banquero y la Casa Rosada se volvió más distante. "Él era de interactuar más. Ella (lo hace) frente a temas puntales; si ve algo de la economía o los bancos que le preocupa, te llama", dijo Brito. Si Néstor hablaba cada quince días, con la Presidenta cruza llamados cuatro o cinco veces al año.
Los otros canales de diálogo mantuvieron a Brito en el círculo del poder político. Forjó una gran amistad con Julio De Vido. También fue determinante el buen vínculo que estableció con uno de los jefes de Gabinete de Cristina: Sergio Massa.
Massa había sido presidente de la Anses antes de la estatización de las jubilaciones y desde ese organismo aceitó los vínculos con el jefe del Macro. El banco es el patrocinador que acompañó a Tigre, el club que tiene a Massa entre sus directivos, en su vertiginoso ascenso desde la Primera B, la tercera división del fútbol argentino, hasta la A y las competiciones internacionales.
Brito no abandonó a Massa cuando el intendente de Tigre saltó del kirchnerismo para disputarle las elecciones parlamentarias de 2013 con su Frente Renovador. El banquero era uno de los principales sostenes económicos del candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires, además de participar en los equipos que formulaban la política económica.
Massa le presentó a Brito a un economista que había hecho carrera en la ANSeS y se desempeñaba como secretario de la Caja Previsional en esa dependencia: Amado Boudou. La amistad con el actual vicepresidente le abriría puertas, pero también
lo involucraría en el caso Ciccone
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Brito también supo ganarse un enemigo de peso: Guillermo Moreno . El secretario de Comercio Interior lo responsabilizó de generar una corrida cambiaria contra el peso entre fines de octubre y comienzos de noviembre de 2011, cuando el Gobierno comenzaba a implementar restricciones a la compra de dólares para atesoramiento y viajes al exterior.
Aún hoy, Moreno cree que Brito controla el mercado del dólar paralelo. Cuando el secretario lanzó los Cedin , lo chicaneó: "Es un gran negocio para Brito". Muy a su pesar, sabe que el Gobierno todavía lo necesita.
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