Juan Ignacio 'Pepe' Sánchez: “Tener un obstáculo y no verte solo para superarlo hace que todo sea más fácil”

Juan Ignacio “Pepe” Sánchez jugó como base en el histórico equipo que obtuvo la medalla dorada del básquet en los Juegos Olímpicos de Atenas, en 2004. En diálogo con LA NACION, el exbasquetbolista, graduado en Historia por la Temple University (EE.UU), repasó algunos de los principales puntos que tocó durante su charla en el Coloquio de IDEA, donde habló sobre los aspectos grupales que confluyeron en la consolidación de la “ Generación Dorada ”.

-¿Qué sentiste cuando hablabas frente a 1000 empresarios atónitos?

-Cuando hay dos o más de nosotros juntos muchas veces el resto queda totalmente afuera, y creo que lo que nos pasó fue eso. Fue como estar charlando entre nosotros, contando lo que hicimos y lo pasamos bárbaro. La verdad es que después, por la respuesta de la gente, nos dimos cuenta de que la habían pasado bastante bien y que el mensaje había llegado.

-¿Cuán importante fue correr el ego de cada uno para que el equipo gane?

-Fue fundamental. No hay atleta de élite que no tenga un ego gigante. Tenés que estar siempre al tope de tu performance, creyendo que podés competir y que sos el mejor en ese momento, sino es muy complejo. Lo que hicimos nosotros fue juntar todos esos egos de jugadores de categoría mundial pero siempre teniendo en claro que había que resignar algo en pos del equipo.

Otra cosa interesante tiene que ver con que no había un liderazgo estático. Nosotros íbamos cambiando constantemente de líderes y se hacía de forma natural. Simplemente el que estaba mejor en ese momento profesional y deportivamente ejercía el liderazgo. Muchas veces había varios liderazgos a la vez, cada uno en su función. Cuando combinás todo eso hace que un grupo de individuos con talento y calidad puedan lograr cosas extraordinarias.

-¿Qué implica superar los obstáculos que uno tiene en la vida para llegar al mundo?

-Nosotros tuvimos la suerte de tener el colectivo. Se creó un grupo que siempre te respaldaba. Jugábamos en nuestros clubes todo el año profesionalmente, volvíamos con cosas deportivas y aspectos mentales mejorados y el grupo los absorbía siempre en un contexto positivo de competencia sana. Tener un obstáculo enfrente y no verte solo para superarlo hace que todo sea más fácil.

De hecho, estar en el escenario ayer de a tres no es lo mismo que estar de a uno. Uno puede respirar la confianza del otro en las miradas, la gestualidad. Es un gran halago que, a 13 años de una gesta deportiva, nos convoquen para una situación que tiene que ver con transformarse y que piensen en nosotros por el grupo y lo que hicimos. Acá no hay héroes, hay compañeros.