El gobierno de Francia admite que “habrá que vivir con el terrorismo”

NIZA.– Francia ingresa en una nueva era en la que deberá acostumbrarse a convivir con la violencia. Al menos eso es lo que el gobierno de François Hollande advirtió ayer a los franceses, aún en shock por el atentado que dejó, anteayer, 84 muertos en Niza, durante las celebraciones del Día de la Bastilla.

Por un lado, el gobierno intentó apaciguar la creciente irritación de la opinión pública por la sangrienta sucesión de ataques extremistas sufridos por el país desde enero de 2015. Pero a la vez se vio obligado a admitir que, en la guerra de dimensiones planetarias lanzada por Estado Islámico (EI), es necesario habituarse a la idea de que vencer al terrorismo exigirá “muchos años y probablemente mucho sufrimiento”.

“Cambiamos de época. Francia tendrá que vivir con el terrorismo”, afirmó el primer ministro Manuel Valls, al evaluar el impacto político y emocional que tendrá el ataque perpetrado en Niza por un joven franco-tunecino de 31 años, que también dejó 202 heridos.

El presidente François Hollande, que visitó la ciudad acompañado por Valls, indicó que 52 heridos “están entre la vida y la muerte”.

Muchos de ellos son chicos y adolescentes; de hecho, 10 de los muertos son niños. Esa noticia estremeció y hundió más en la angustia a una Niza que buscaba recuperar un poco de normalidad. La matanza ocurrió anteanoche cuando el atacante condujo a toda velocidad un camión en el Paseo de los Ingleses mientras miles de personas asistían a un show de fuegos artificiales.

Sobre la avenida de doble calzada, separada por una vereda de césped plantada con una hilera de palmeras, ayer todavía se podían ver un cochecito de bebé manchado de sangre, pequeñas sandalias y juguetes, mudos testimonios de la importante presencia de chicos en el lugar de la tragedia. También hubo muchos adolescentes entre las víctimas.

En el momento del ataque había entre 30.000 y 50.000 personas en esa ancha vereda que bordea el mar.

El Paseo de los Ingleses se transformó ayer en una escena de crimen, cercada por cintas multicolores para evitar que el público pudiera destruir indicios importantes del ataque. Agentes de la policía científica trabajaron hasta la noche a lo largo de la sangrienta trayectoria que siguió el camión hasta que su conductor pudo ser alcanzado por los disparos de tres policías. El perímetro permanecerá cerrado hasta nuevo aviso.

Igualmente estaban cerrados los comercios ubicados en la avenida. Otros negocios, y los famosos hoteles Negresco y Westminster, fueron usados como hospitales de campaña. La policía, bomberos y socorristas instalaron su cuartel general en el célebre Palacio del Mediterráneo, donde funciona un lujoso hotel y un casino, mientras que en el Centro Universitario Mediterráneo operó una célula encargada de brindar apoyo psicológico a los sobrevivientes y familiares de las víctimas.

Todas esas instalaciones conservaban ayer por la tarde los estigmas del drama vivido pocas horas antes.

Entre las víctimas hay numerosos extranjeros. La mayoría eran turistas que habían viajado a Niza para vacacionar en ese elegante balneario de la Costa Azul.

Un documento de identidad, una tarjeta de crédito y un teléfono portátil permitieron descubrir que el autor de la matanza fue Mohammed Lahouaiej Bouhlel, un tunecino de 31 años que residía en Niza, donde estaba casado y tenía tres hijos, según informó el procurador de la sección antiterrorista del Tribunal de París, François Molins. El chofer, que al final de la trayectoria de muerte efectuó tres disparos contra la policía, fue abatido por la policía. El hombre había alquilado ese camión frigorífico el 11 de julio en una empresa de locación de vehículos en la localidad de Saint-Laurent-du-Var, cerca de Niza.

Bouhlel es "totalmente desconocido por los servicios de inteligencia tanto a nivel local como nacional", afirmó Molins. Nunca fue fichado como sospechoso de realizar actividades terroristas y no hay ninguna denuncia por radicalización, precisó.

En cambio, era conocido por la policía debido a diferentes altercados violentos. Por uno de esos episodios, el 24 de marzo pasado fue condenado a seis meses de prisión condicionales, gracias a lo cual nunca estuvo en la cárcel. Entre 2000 y 2016 también fue denunciado varias veces por su esposa por violencia conyugal. La pareja está actualmente en instancia de divorcio.

Desde hace algunos meses, vivía solo y trabajaba como chofer repartidor. En el allanamiento realizado en su domicilio la policía incautó una computadora y diversos efectos personales que podrían aportar algún indicio a la investigación.

Su mujer fue detenida ayer por la mañana e incomunicada. Los expertos estiman que las primeras 48 horas de detención son decisivas para tratar de conocer la existencia de eventuales cómplices.

Gracias a la rápida explotación de las informaciones contenidas en el teléfono celular del chofer, la policía realizó ayer diversos allanamientos en Niza y en otras localidades cercanas. Pero hasta el momento no se conoce el resultado de esos operativos. Tampoco hubo reivindicación del atentado por parte de ninguna red islamista.

La ciudad es uno de los centros de mayor densidad de islamistas radicalizados, muchos de los cuales viajaron a Siria en los últimos años. En Niza existen varias mezquitas en las que ofician imanes que predican un islam fundamentalista.

Para los vecinos de Bouhlel, "lo único que le interesaba era la salsa y las mujeres".

"No era un fanático religioso, ni siquiera practicante. Durante el último Ramadán interrumpió el ayuno sin ningún remordimiento aparente. Tampoco se lo veía en la mezquita", dijo un joven de su edad que vivía enfrente de su domicilio.

Uno de sus vecinos aventuró la hipótesis de que pudo haber resultado psíquicamente desestabilizado por su separación conyugal.

Otro conjeturó que el hecho de llevar consigo sus verdaderos documentos personales y su teléfono demostraban que "había emprendido un camino sin retorno" y era plenamente consciente de que no volvería vivo. "Se parece a una forma de suicidio", estimó.

Investigación

La pesquisa se orienta ahora en tres ejes prioritarios, explicó Molins: averiguar si el autor tenía cómplices, cómo obtuvo el arma con la cual disparó a los policías (las otras armas y municiones halladas en el camión eran ficticias) y si mantenía algún vínculo con organizaciones terroristas. Según Molins, no era conocido como extremista por los servicios secretos, aunque el premier Valls recalcó que "se trata de un terrorista que estaba asociado de una u otra forma con el islamismo radical".

La fiscalía abrió ayer una investigación sobre Mohammed Lahouaiej Bouhlel por "asesinato e intento de asesinato en relación con el terrorismo".

El gobierno prolongó durante tres meses el estado de emergencia, decidió convocar a la reserva operativa de las principales fuerzas de seguridad y decretó tres días de duelo nacional a partir de hoy sábado. Anoche a las 22.30 (hora local), la Torre Eiffel fue iluminada con los colores azul, blanco y rojo de la bandera nacional en homenaje a las víctimas del atentado que también durará tres días.

Río redobla la seguridad

• En medio de los últimos preparativos para los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, las autoridades brasileñas entraron en alerta máxima por el atentado n en Niza anteayer, y anunciaron un endurecimiento de las medidas de seguridad para la máxima fiesta del deporte mundial.
• “El atentado en Niza nos preocupa. Sacamos algunas lecciones. Vamos a revisar los procedimientos, ampliar las barreras y los controles personales, vamos a tener una seguridad mucho más rígida”, señaló el ministro de Defensa, Raúl Jungmann.

Un ataque que volvió a estremecer a Francia

Los investigadores revelaron más detalles de cómo el terrorista logró cometer la masacre en Niza

CÓMO FUE LA MASACRE

Engaño

“Vengo a entregar helados”

Fue lo que dijo el atacante en los controles de seguridad, con lo que logró el acceso. Pudo estacionar durante nueve horas y nunca se revisó su carga; luego se hallaron pistolas, fusiles y una granada

El ataque

Un camión frigorífico irrumpió en la celebración del 14 de julio en el Paseo de los Ingleses de Niza luego de un show de fuegos artificiales y atropelló a cientos de personas, en la tercera masacre terrorista en Francia en menos de dos años

Extremismo

Ninguna agrupación se atribuyó el atentado de Niza, pero el primer ministro Manuel Valls confirmó tras las primeras investigaciones que el atacante era “un terrorista que estaba asociado de una u otra forma con el islamismo radical”

Alerta

El presidente François Hollande extendió otros tres meses el estado de excepción que regía desde la masacre terrorista de París el 13 de noviembre pasado, y que permite realizar detenciones e interrogatorios sin mandato judicial

QUIÉN ERA EL ATACANTE

Mohammed Bouhlel

Profesión: chofer

Edad: 31 años

Origen: Túnez

Las autoridades identificaron al atacante de Niza como Mohammed Lahouaiej Bouhlel, de 31 años, nacido en Túnez y residente en Francia; hacía repartos en una furgoneta, lo que probablemente le permitió alquilar tres días el camión

Según los vecinos era un hombre solitario, silencioso y mucho más inclinado a la pereza que al puritanismo que reclaman los islamistas para todo el resto del mundo; estaba casado –en trámite de divorcio– y tenía tres hijos

Tenía antecedentes por actos de violencia doméstica, robo y otros delitos; también tuvo problemas judiciales por haberse dormido al volante, pero no estaba en el radar de los servicios de inteligencia

No era conocido por sus convicciones religiosas; según sus vecinos frecuentaba mujeres en locales nocturnos

LAS VÍCTIMAS

84

muertos

Entre ellos había muchos chicos y extranjeros (tres alemanes, dos norteamericanos, dos tunecinos y una rusa)

202

heridos

Fueron trasladados a los hospitales de la zona

52

heridos en estado crítico

Lo advirtió Hollande luego de visitar a varias de las víctimas en el Hospital Pasteur, de Niza