Hugh Jackman compartió un video de su entrenamiento y sus fanáticos descubrieron un divertido detalle

Hugh Jackman volverá a ponerse en la piel de Wolverine en Deadpool 3 y, para eso, entrena duro todos los días. Con el objetivo de alcanzar de nuevo el trabajado cuerpo del popular mutante que ya es un clásico del cine, el actor pasa largas jornadas en el gimnasio. Ayer, luego de compartir un video en su cuenta de Instagram, sus fanáticos se sorprendieron al notar un evidente desequilibrio entre los músculos de los brazos de la estrella de Hollywood y los del resto de su figura.

Esta mañana, el actor oriundo de Sídney quiso mostrarle a sus más de 31 millones y medio de seguidores una de sus sesiones de trabajo en el gimnasio. En el video se lo puede ver sentado en uno de los bancos del gimnasio trabajando sus bíceps con dos mancuernas muy grandes. El actor, de 55 años, lucía una musculosa azul, short y zapatillas negras, una barba canosa prolijamente cortada.

De lo que se vio en el video, dos cosas llamaron la atención de quienes comentaron las publicaciones de Jackman: sus abultados brazos, tan trabajados que al flexionarlos se pueden ver las venas hinchadas, y sus delgadas piernas. “¡No te saltees el día de las piernas!”, escribió un seguidor en los comentarios. “‘Impresionante... pero las piernas”, escribió otro. “¿Mañana es el día de piernas?”, bromeó un tercero.

Jackman interpretó por primera vez al famoso mutante en el comienzo de la saga de X-Men, en el año 2000. Ahora, 24 años después, vuelve a convertirse en el personaje que le dio fama mundial en Deadpool 3, de la mano de su gran amigo Ryan Reynolds. Según el diario Daily Mail, el actor australiano sigue una dieta muy estricta y magra para poder calzarse de nuevo el traje del superhéroe de Marvel.

También a través de la red social Instagram, el actor mostró la semana pasada parte de la dieta que sigue para lograr el físico musculoso pero delgado para el film. Una de sus comidas consistía en tres rodajas muy pequeñas de pescado, unos espárragos al vapor y una rodaja de limón. El año pasado, Jackman reveló que le toma seis meses de entrenamiento intenso prepararse físicamente cada vez que Wolverine regresa a la gran pantalla.

Una relación estrecha

Jackman y Reynolds, íntimos amigos en la vida real, volverán a ser Wolverine y Deadpool en la secuela de la saga de los superhéroes. En una entrevista con la revista People, el actor declaró con humor: “Creo que es justo decir que van a estar dándose trompadas el uno al otro todo el tiempo”. Y añadió: “Fuera de broma, probablemente me divertiré más en esta película que en cualquier otra que haya hecho”.

La relación entre ambos es muy estrecha, incluso hasta el director del largometraje bromeó sobre el “romance” que tienen ambos. “Es muy real”, dijo el director, Shawn Levy, sobre el estrecho vínculo que une a los actores. “Los chicos se quieren casi tanto como Ryan Reynolds y yo, ese romance masculino es una historia para siempre”, agregó. El vínculo es tan cercano que, incluso, Reynolds y su mujer, la también actriz Blake Lively, fueron uno de los grandes apoyos de Jackman luego de su divorcio.

El divorcio de Jackman y Lee Furness

A mediados de septiembre del año pasado, con un comunicado que emitieron en conjunto, Jackman y Deborra-Lee Furness anunciaron el fin de su matrimonio luego de 27 años juntos. “Hemos tenido la bendición de compartir casi tres décadas juntos como marido y mujer en un matrimonio maravilloso y lleno de amor. Nuestro viaje ahora está cambiando y hemos decidido separarnos para perseguir nuestro crecimiento individual”, expresaron.

“Nuestra familia ha sido y siempre será nuestra mayor prioridad. Emprendemos este próximo capítulo con gratitud, amor y amabilidad. Apreciamos enormemente su comprensión a la hora de respetar nuestra privacidad mientras nuestra familia navega por esta transición en todos los aspectos de nuestras vidas”, agregaron. “Esta es la única declaración que haremos”, concluye el comunicado firmado por “Deb y Hugh Jackman”. La pareja australiana tiene dos hijos -Oscar, de 23 años, y Ava, de 18- a quienes adoptaron luego de varios intentos fallidos por concebir un bebé.