Marcela Tauro volvió a Intrusos: por qué aceptó la propuesta, su relación con Jorge Rial y cómo vio el debut de Flor de la V

Con una enorme sonrisa y feliz de estar de nuevo en el lugar que la vio crecer, Marcela Tauro regresó a Intrusos. La periodista de espectáculos debutó ayer en el renovado panel del envío, que quedó en manos de Flor de la V, tras la salida de Rodrigo Lussich y Adrián Pallares. Su ausencia duró un año y medio, y si bien no se había planteado la idea de regresar al programa del que formó parte durante 17 años, la experiencia fue más que positiva.

El abrupto final del primer ciclo de Tauro en el programa de chimentos se dio en mayo de 2020 luego de una pelea al aire con Jorge Rial. Después de renunciar de manera indeclinable, la panelista se quedó en el canal, primero en Fantino a la Tarde y luego como parte del elenco de Polémica en el bar. “Tenés que estar. Vos sos Intrusos”, le dijeron cuando le propusieron volver y ella, entonces, aceptó. Superado el debut y ya sin los nervios que suponen un estreno, la histórica periodista del ciclo charló con LA NACION.

-¿Cómo fue el regreso?

-La verdad es que bárbaro. Estuve más nerviosa el domingo. Estaba como dubitativa: si estaba bien, si estaba mal... Fui a la radio y de ahí directo al canal y la verdad es que me puse en manos de dios y dije: “Que la virgen me guíe”. Chau, vamos a divertirnos. ¡Después ya no tuve ni tiempo de pensar! Yo salgo a las 12 de la radio así que, imaginate, tuve que hacer todo a las corridas.

-¿Por qué decidiste volver en esta nueva etapa?

-No es que hubiera dicho que no antes, no me lo habían planteado. En un momento, cuando terminó Fantino a la tarde, se habló. Parecía que se podía dar, pero no quedó nunca nada en concreto. Cada dos por tres salía, pero a mí nunca me habían propuesto directamente volver a Intrusos, y la verdad es que nunca lo había pensado sinceramente.

-¿Y por qué aceptaste?

-El año pasado tuve un año muy movilizante, con cambios de trabajo. Cuando terminó Fantino..., que era un éxito, me fui a Polémica... y la pasé genial. Y en el medio de todo eso tuve a mi mamá muy grave, internada, al borde de la muerte. Estuve mucho tiempo de acá para allá, con mi hermana, con mi hijo y eso me movió bastante la estantería. ¿Viste que cuando no tenés problemas empezás con qué “bueno, es un retroceso, vuelvo, no vuelvo”? Y después decís: “La vida pasa por otro lado. La vida es otra cosa. La vida es eso, los enfermos”. Y ahora estoy cada vez más conectada con eso porque soy de ir a hospitales y demás.

-¿Cómo se dio la propuesta?

-Cuando terminó Polémica... yo me reuní en el canal con Fernanda Merdeni (la nueva gerenta de producción de América). Ella me había propuesto ir a Intrusos antes de saber que los chicos se iban. Estábamos en eso, hablando. Rodrigo y Adrián ya estaban súper bien instalados, hacían un súper programa. Yo me divertía mucho viéndolos. Me fui de vacaciones con la idea de hablar a la vuelta y un día me llama Fernanda para decirme: “Venite a una reunión porque se van los chicos y creo que vos tenés que estar porque sos Intrusos”. La idea original había sido pensada también con (Luis) Ventura. Me hubiera encantado que estuviera, te aclaro. Creo que a todos nos hubiera gustado que estuviera Luis.

-¿Te imaginabas volviendo después de la renuncia?

-La verdad es que no. Por ahí pensaba que era una etapa cumplida para mí, no lo había pensado.

-¿Te hiciste algún planteo antes de volver?

-He pasado por todas las etapas, como todo ser humano. “¿Tengo que volver? ¿No tengo que volver? No sé”. Después de estos dos años de pandemia y sobre todo de este último año, me conecté con que la vida misma pasa por otra realidad. Lo importante en la vida son otras cosas. Entonces dije: “Bueno, no tengo que plantearme tanto. Tengo trabajo, perfecto”. También tenía otra propuesta. Cuando Merdeni me llama, terminé cerrando con ella, pero tenía otra propuesta de otro canal para hacer un programa que empieza ahora... pero sentí que a lo mejor tenía que volver.

-¿Veías Intrusos durante tu ausencia?

-Sí, lo veía y no, no lo extrañé. Por ahí extrañaba el horario. Yo estuve mucho tiempo acostumbrada a trabajar en determinado horario, entonces se me generó un caos en mi casa en cuanto a horarios con mi hijo. Además tengo a mi mamá viviendo conmigo.

-¿Tuviste contacto con Jorge Rial en este tiempo?

-Con Rial no tuve contacto salvo una vez, el año pasado, cuando me di la segunda dosis. Yo estaba con fiebre a la noche y él empezaba el programa de radio. Como yo era la experta en embarazos, me quiso sacar al aire para ver si sabía algo del embarazo de Fabiola (Yáñez, la primera dama). Pero no, no hablé.

-¿Le ves pasta a De la V para quedarse?

-A Flor la vi muy bien, muy suelta... Genera un clima hermoso y los chicos son divinos. Yo noté que Flor está bárbara, que se sintió cómoda. Estaba muy nerviosa y creo que tenemos un panel muy bueno también, que fluyó muy bien. Por ahí hablamos todos juntos, que eso también vamos a tener que manejarlo, pero eso es práctica y tiempo. Esto es día a día, pero con las chicas lo más. ¿Y de Tartu qué te voy a decir? Si yo les dije: “Tartu quiero que esté, que esté, que esté”. Hinché para que estuviera.

-¿Pudiste ver la gestión de Lussich y Pallares?

-Sí. Lo vi, por supuesto. No me perdía el programa de Adrián y Rodrigo. Para mí era un excelente programa. Yo me divertía mucho, bailaba con ellos y todo. También lograron un clima excelente y tenían un panel de lujo.

-¿Qué expectativas tenés para este año?

-Yo aprendí con la pandemia a vivir el día a día. El año pasado estaba tranquila en un programa, Ale [por Fantino] pasó a la noche, pero yo no podía pasar a Intratables porque era muy tarde. Así que fui a Polémica..., que me encantó. Fue como un mimo porque me divertí mucho y me trataron súper bien. Y ahora Intrusos. Lo que aprendí es que uno no puede proyectar porque no sabe. Hay que agradecer y es día a día. No se puede programar mucho. ¿Cómo no voy a estar agradecida si tuve esta propuesta y tuve otra propuesta de otro canal para integrar un panel también muy bueno? Que te consideren siempre está bueno.