Sofía Aldrey, la joven de perfil bajo y familia acomodada que perdonó infidelidades hasta que se cansó

La escandalosa separación de Federico Bal y Sofía Aldrey parece tener cada día un capítulo diferente. Nuevas implicadas, trapitos al sol, enojos, mentiras, verdades, dimes y diretes. Mientras, el actor hace un mea culpa y asegura que tiene que trabajar con su personalidad, que necesita reflexionar y profundizar sobre lo sucedido. Y ella intenta alejarse del alboroto descansando en las tranquilas playas uruguayas.

Mucho se dijo sobre la novia millonaria del actor, pero ¿quién es Sofía Aldrey? Maquilladora de profesión, Sofía pertenece a una de las familias más conocidas de Mar del Plata. Es nieta de Florencio Aldrey Iglesias, un empresario millonario oriundo de La Coruña (España), propietario del shopping Aldrey y del multimedio La Capital, al que pertenecen varias radios y diarios. Además, es dueño de varios negocios, como la inmobiliaria Flai, del NH City & Tower Hotel de la Ciudad de Buenos Aires, del Hotel Hermitage de Mar del Plata y de la empresa láctea El Amanecer. Y la lista sigue.

Sofía es muy familiera y hace, al menos, un viaje al año con sus padres y su hermano menor. Ellos son su sostén. Quienes la conocen dicen que es el alma de las fiestas y que conquista a todos con su simpatía y su sonrisa sin igual. De perfil bajísimo, siempre fue el orgullo de la familia y nunca fue parte de escándalos. Formalizó con pocos novios, y uno de ellos fue Lucas Corrado, hijo mayor del actor Gabriel Corrado; estuvieron juntos cuatro años y ambas familias pensaron que pronto iban a formalizar. Sin embargo, siguieron caminos diferentes.

Sofía se conoce con Federico Bal desde muy chicos: compartían juegos cuando Carmen Barbieri y Santiago Bal hacían temporada en Mar del Plata y paraban en el Hermitage. “Es una mujer divina. La conozco de toda la vida. Ella siempre estaba por ahí dando vueltas; nos conocemos desde muy chicos”, contó el actor cuando inició su relación con Sofía, en el verano del 2020 y mientras protagonizaba Mentiras inteligentes.

Si bien Federico y Sofía tenían buen vínculo, se veían solamente en verano y compartían salidas con amigos. Un hecho doloroso los unió a finales del 2019: la muerte de Santiago Bal. Sofía estuvo muy cerca de Fede durante el mes en el que su padre estuvo internado, apuntalándolo, acompañándolo y estando presente a diario, aunque sea con mensajes de WhatsApp.

Ese verano se reencontraron y estuvieron más juntos que nunca. La relación comenzó a escondidas, y en enero empezaron a mostrarse públicamente. Pero fue un verano trágico, porque a Fede le detectaron cáncer de colon y terminó la temporada algunas semanas antes de lo previsto para iniciar el tratamiento. Sofía, claro, lo acompañó.

La pareja tuvo algunos traspiés. Uno de ellos fue el verano pasado, cuando se filtró un audio de Fede invitando al Polaco a su piscina “calentita y llena de mujeres”, remarcaba. En otras oportunidades también se habló de infidelidades, pero la pareja siempre resguardó su intimidad porque a ella no le interesan la fama ni los escándalos. Justamente ese fue un punto de inflexión, porque Fede nunca tuvo problemas en contar detalles de su vida privada.

Ante rumores de infidelidad, el actor aclaró en alguna oportunidad: “No somos una pareja que se permite estar con otras personas, somos sinceros el uno con el otro y felices con todo lo que hacemos. Hablamos todo”.

Parece que no era tan así. Y como todo tiene un límite, esta vez Sofía dijo basta apenas descubrió esta nueva traición y abandonó la casa que compartían en Maschwitz y que fue un regalo de Carmen Barbieri a su hijo.

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