Argentina, tierra de amor y venganza: cómo llegan los protagonistas al final de la novela

Recta final para Argentina, tierra de amor y venganza. Hoy, a las 22, por el trece se conocerá la suerte de los personajes. Se revelarán los últimos pasos en el contraataque de Torcuato Ferreyra (Benjamín Vicuña) y Samuel Trauman (Fernán Mirás), quienes luego de cobrarse varias vidas, dejaron a los héroes de la historia absolutamente desmoralizados; pero Aldo (Gonzalo Heredia), Bruno (Albert Baró), Lucía (Delfina Chaves), Raquel (María Eugenia Suárez) y el resto de la banda harán lo imposible por levantarse y derrotar de una vez por todas a los villanos.

Bruno y Torcuato, el camino de la venganza

El origen del conflicto en la novela escrita por Leandro Calderone y Carolina Aguirre fue la traición perpetrada por Torcuato. Bruno y él eran compañeros de armas en la guerra civil española, pero decidido a quedarse con su fortuna, Ferreyra aprovecha un bombardeo para ejecutar a su compañero. De regreso, Torcuato le informa a la hermana de Bruno que el joven murió en la guerra y allí aprovecha para casarse con ella, quedarse con todo su dinero y de regreso en la Argentina, venderla a un prostíbulo. Contra todos los pronósticos, el español sobrevive, y una vez que descubre los delitos realizados por su supuesto amigo, también viaja al país para reclamar su fortuna y encerrar en prisión a quien hizo de su vida un infierno.

A lo largo de la novela, el macabro juego entre Bruno y Torcuato atravesó decenas de aristas. Inicialmente el español era una suerte de Montecristo, un hombre que desde las sombras acechaba y atormentaba a su rival. Hasta que un día se reveló ante él como el autor de todas sus penurias, un momento que dejó a Torcuato a un paso de morder el polvo. Lejos de bajar los brazos, el villano desplegó una fuerza inusitada y tramó un plan que puso al héroe en la cárcel durante dos largos años. Injustamente tras las rejas, el protagonistas esperó pacientemente hasta que pudo fugarse para probar su inocencia y una vez más, demostrar que Ferreyra era el verdadero criminal.

En los últimos episodios, el enfrentamiento entre ambos llegó a su punto de mayor tensión. Luego de hacerse pasar por muerto, Torcuato reapareció y comenzó un feroz tiroteo en el que estuvo muy cerca de matar al héroe. Preparados para el duelo final, Bruno y Torcuato arman una jugada en la que solo uno de ellos saldrá con vida.

Raquel y Aldo, unidos contra Trauman

En el mismo barco en el que Bruno viajaba a la Argentina para destruir a Torcuato, una nueva historia comenzaba. Raquel era una humilde polaca que llegaba al país con la promesa de un marido que la esperaba, pero la cruel realidad le preparó como destino una red de trata. De esa forma, la joven fue vendida a un prostíbulo liderado por Trauman. Sin perder la moral, la joven demostró una valentía inesperada y no tardó en revelarse ante sus captores. Poco a poco, organizó al resto de las prostitutas y planteó la necesidad de pelear contra el hombre que las tenía raptadas. Y en esa lucha que lideró tenazmente tampoco tardó en encontrar importantes aliados y aliadas. Su principal compañero fue Aldo, de quien se enamoró.

Aldo viajaba también en ese barco y sintió un flechazo inmediato por Raquel. Por ese motivo, cuando supo que la joven iba a ser prostituida, intentó ayudarla a salir de ese infierno, un objetivo que no pudo lograr. Pero desde el interior de ese burdel, ella siguió adelante con su plan, fue capaz de sumar a su causa a la peligrosa Ivonne (Andrea Frigerio), que comenzó como madame y terminó atacando al propio Trauman y logró huir junto a muchas de las mujeres que también estaban forzadas a ejercer la prostitución.

Sin lugar a duda, la trama de la polaca contra Trauman fue durante toda la novela una de las más impactantes. Con la convicción de no bajar los brazos, Raquel siempre encontró la forma de estropear los planes de Trauman y Aldo fue un aliado imprescindible. Unidos bajo el mismo objetivo, ambos pusieron al proxeneta contra las cuerdas en más de una oportunidad. De esa manera, el amor entre Raquel y Aldo se construyó a base de pelea, de buscar desmantelar una poderosa red de trata y de querer vencer definitivamente a Trauman. Sin embargo, lo que ellos no sospechan es que Samuel puede tener una última jugada para lograr una victoria oscura.

Lucía, dueña de su destino

Desde el comienzo de la historia, Lucía se encontró atrapada en un triángulo amoroso marcado por el odio. La hija mayor del clan Morel, una familia rica caída en desgracia, sufría la obsesión de su madre Libertad (Virginia Innocenti) por casarla con alguien de buena posición. Y cuando Torcuato le propuso matrimonio, Lucía debió aceptar ahogada por las presiones de su madre, y la delicada salud de su padre, que necesitaba un costoso tratamiento de salud.

Mientras la cortejaba, Ferreyra se mostraba ante Lucía como alguien noble, de principios éticos sólidos y una conducta intachable, pero los ojos de ella paulatinamente comenzaron a abrirse. Conocer a Bruno la llevó a descubrir una pasión que no sentía por el hombre con el que debía casarse. Y así los jóvenes se enamoraron y el español pudo desnudar la verdadera naturaleza del villano.

A pesar de mantener un vínculo que no se vio exento de crisis, peleas y desencuentros, el amor triunfó y Lucía eligió a Bruno como su compañero. Esa relación dio frutos y el pequeño Pedrito los convirtió en padres y los unió aún más. Aunque como es de esperar, Torcuato no piensa perdonar el abandono de Lucía y luego de descubrir que ella lo rechazó para formar una relación junto a su histórico rival, su intención será la de matar dos pájaros de un tiro.

Alicia, la gran ladera

Presentada inicialmente como una distraída mujer de sociedad, que prefería mirar hacia un costado ante los muchos crímenes que cometía su hermano, Alicia (Mercedes Funes) no tardó en ocupar un puesto clave en el imperio criminal de Torcuato. Eterna enamorada de Aldo, ella debió aceptar una realidad que negaba una y otra vez, y era que él solo tenía ojos para Raquel. Luego de fallar en su plan por distanciarlos, al punto de engañarlo con la paternidad de una hija que era de otro hombre, Aldo encontró la manera de tomar distancia de Alicia para siempre.

Enfrascada en su odio y unida más que nunca a la causa de su hermano (a quien sin embargo traicionó en una oportunidad), Alicia está dispuesta a ir hasta las últimas consecuencias en su lucha por destruir al hombre del que estaba enamorada. Y para golpearlo en donde más le duele, apuntará su fuego hacia Raquel, la mujer que ella considera, le robó a su querido Aldo.

La banda, más fuerte que nunca

Liderados por Bruno y Aldo, la banda fue una pieza imprescindible en la venganza del español contra Torcuato, y en la lucha por desarticular la red de prostitución comandada por Trauman. Compuesta principalmente por Francesca (Malena Sánchez), Córdoba (Diego Domínguez), Lowenstein (Gastón Chocciarale) y Ana (Candela Vetrano), la banda recibió un golpe contundente cuando en un tiroteo, los hombres de Torcuato mataron a Alambre (Fausto Bengoechea) y a Alí (Ariel Pérez de María), y dejaron herido de muerte a Gallo (Matías Mayer).

Decididos a darle un punto final a esa guerra, el grupo se mostrará más unido que nunca y lanzará una última contraofensiva. Un último golpe, que puede llegar a costarle la vida a varios de ellos.

De esta manera, está servida la batalla que definirá la suerte entre ambos grupos. Torcuato, Trauman y Alicia por un lado; y Bruno, Aldo y la banda en la vereda opuesta. Considerando que Argentina, tierra de amor y venganza, contará con una segunda temporada que transcurrirá veinte años más tardees probable que el último episodio deje un puñado de cabos sueltos, o la muerte de algún héroe o villano que el día de mañana, sea el germen de una nueva y sangrienta venganza protagonizada por una nueva generación de personajes.