Echale la culpa rating: Fort Night Show, nació como un capricho, fracasó en audiencia y terminó como programa de culto
El big show que Ricardo Fort soñó duró apenas 3 meses al aire de América TV, pero tuvo, y tiene, nueva vida gracias a las plataformas de videos como Youtube
La figura de Ricardo Fort siempre fue muy atractiva para los medios. El empresario millonario, heredero de una de las fábricas de chocolates más importantes del país, que vivía rodeado de mujeres y hombres exuberantes entre Buenos Aires y Miami, le vino como anillo al dedo a la mayoría de los programas de la tarde.
Luego de haber sido pionero en transmitir en vivo de su vida 24 x7 a través de Youtube y de haber ocupado el centro de varios ciclos de chimentos, el empresario llegó al jurado de Bailando por un sueño, el big show comandado por Marcelo Tinelli.
Sin embargo, Ricardo Fort fue por más y produjo finalmente su propio programa de televisión. Fort Night Show nació a la medida del mediático: ampuloso, caótico, mezclaba reportajes a figuras del espectáculo con musicales protagonizados por él propio Fort y una serie de segmentos que le servían como excusa para terminar hablando de sí mismo.
El envío debutó el sábado 23 de junio de 2012 en la pantalla de América con un promedio de 7,6 puntos de rating, cifra nada despreciable para el canal de la calle Fitz Roy. Con una banda en vivo, una tribuna con 300 personas y saludos de varias de las figuras más importantes de la TV, Fort puso toda la carne al asador.
En la primera emisión, acompañado de Marina Calabró en la conducción, recibió más de 240.000 llamadas telefónicas del público que participó de juegos y sorteos. Además contaba con parte de su círculo íntimo, como elenco estable: Erika Mitdank, Vanesa Carbone, Dominique Pestaña, Celeste Muriega y Lío Pecoraro, entre otros.
Con Moria Casán y Luis Ventura de invitados estelares y un móvil desde la casa de Stefanía Xipolitakis, Fort Night Show logró un pico máximo de 10 puntos de rating.
Pero cuando en el segundo programa las mediciones bajaron cuatro puntos, empezó la polémica. Fort lanzó una catarata de tweets contra la medidora de audiencia y sus competidores. “Todos sabemos que el rating no es real. Lo real son los 174 mil llamados telefónicos ¿Los demás cuántos tienen? Son 800 cajitas que ponen en 800 familias, dan cosas a cambio de que digan el programa que ellos quieren que digan y solo en Buenos Aires”, explicó.
De una semana a la otra el programa pasó de medir 7,6 puntos a 3,3 y el dato desató la ira del mediático que acusó a varios personajes de la televisión de “orquestar una campaña en su contra” y de “estar nerviosos por su crecimiento en los medios”. Hasta llegó a comparar su ciclo con un imperio argumentando que “han caído monarquías enteras.. El poder siempre lo tiene el pueblo... El pueblo decide qué es lo mejor para ellos”.
En paralelo, no obstante, comenzó a realizar cambios en su staff: en menos de un mes echó del programa a varios de sus colaboradores como Roberto Antier, Erica Mitdank y Jacobo Winograd. El programa, semana a semana, se volvía más caótico.
Por un lado, había siempre mucha gente en cámara hablando de manera desordenada sin demasiado para decir. En el medio, los “gatos”, el grupo de hombres musculosos que secundaban al empresario, Marta Fort cantando en vivo y juegos con premios millonarios.
Un Fort auténtico, eufórico, visceral que lograba que el rating subiera, cada vez que cantaba o producía un musical, como el recordado del Rey León, pero a la vez se derrumbaba con sus largos discursos desordenados sin una idea concreta.
El ciclo que sufrió un traspié tras otro, producto de la improvisación, llegó al límite cuando el 22 de septiembre de ese año, América decidió sacar del aire de golpe el programa porque se había pasado 7 minutos de su horario habitual.
Mientras Fort realizaba el segundo llamado para regalar una motocicleta, salió abruptamente de la pantalla y comenzó Sin Codificar Late Night. Enojado y en medio de diversos escándalos mediáticos, el empresario, argumentando altos costos, decidió finalmente discontinuar el programa en la primera semana de octubre.
Un año televisivo con un gran ganador: Graduados
2012 fue un año que será recordado por los grandes éxitos y fracasos que tuvo la televisión. La ficción estrella fue Graduados, que superó todas las expectativas, la historia de jóvenes de los 80 se despidió con una transmisión en el teatro Gran Rex con un rating de 30 puntos.
En materia de unitarios, la vuelta de Mirtha Legrand, protagonizando La Dueña, fue uno de los hitos del año. Del otro lado, el fracaso de la tira Lobo, con Gonzalo Heredia, la fallida segunda temporada de Los Únicos y la baja performance, en materia de audiencia, de Condicionados, con Oscar Martínez y Soledad Silveyra, fueron de los puntos más flojo de El Trece.
También fue el año en el que el debate mediático pasó por la aplicación plena de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, con todos los conflictos que eso trajo que excedieron las pantallas. PPT con Jorge Lanata, Victor Hugo Morales con Bajada de Línea, Luis Majul con La Cornisa y el periodístico del canal estatal, 678, fueron algunos de los espacios donde más se discutió el tema.
Ricardo Fort murió el 25 de noviembre de 2013, tras permanecer cuatro días internado en el Sanatorio de la Trinidad de Palermo por una fractura femoral. Desde allí se constituyó en una leyenda, potenciado por el efecto que provocan sus actuaciones y frases históricas, replicadas y comentadas por miles de fanáticos en redes sociales y plataformas de videos, especialmente Youtube.
El año pasado, frente a la propuesta del periodista Leo Arias de reponer Fort Night Show, en la pantalla de América, cientos de televidentes se manifestaron en Twitter a favor de la idea confirmando que Fort pasó del chocolatero mediático, que todos tomaban en broma, a un personaje de culto que el año que viene tendrá su merecida docuserie, El comandante Fort, nada menos que en la plataforma de streaming Star+.
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