Naomi Biden protagoniza la tapa de Vogue con la primera dama estadounidese tras su boda en la Casa Blanca

La boda de Naomi Biden marcó un hito en la Casa Blanca. Se trata del primer matrimonio para un nieto de un presidente en funciones que se celebra en la sede del Poder Ejecutivo. La nieta de Joe Biden se casó con Peter Neal en una lujosa boda que incluyó 250 invitados entre familiares y amigos. Recientemente, Vogue publicó una exclusiva sesión de fotos donde la novia fue el centro de atención y también tapa de la revista.

La sesión se llevó a cabo el jueves pasado, dos días antes de la ceremonia oficial que tuvo lugar en el jardín sur de la Casa Blanca y que implicó una minuciosa organización. Para ello, los Biden contaron con la ayuda del planificador de eventos Bryan Rafanelli, quien no es ajeno a las primeras nupcias familiares, ya que se encargó de la boda de Chelsea Clinton en 2010.

El famoso planificador también estuvo presente el día de la sesión de fotos y cuidó hasta el más mínimo detalle, mientras coordinaba de manera simultánea la ambientación del jardín sur.

El lugar que Naomi eligió para hacer las fotografías fue la Sala Verde. Su elección estuvo guiada por su abuela, Jill Biden, quien junto con Rafanelli, también supervisó todos los pormenores para que la sesión -y el día de la boda- fuese perfecta. El resultado de las imágenes habló por sí solo.

La portada de la revista estuvo protagonizada por Naomi recostada en un sillón mientras era abrazada por la primera dama. A ambas se las ve tomadas de la mano, Jill con los ojos cerrados y la cara inclinada hacia su nieta y la joven con la mirada hacia un costado de la Sala. Todas las imágenes fueron de la lente de Norman Jean Roy, fotógrafo de Vogue.

En todas las fotos, Naomi lució un vestido de Ralph Lauren. Dos diseñadores de la marca de haute couture la asistieron durante la sesión y cuidaron que el traje de encaje Chantilly de manga larga y cuello alto luciera perfecto para la ocasión. Por su parte, Jill se decantó por un atuendo de gasa verde de la libanesa Reem Acra, que acompañó con zapatos de tacón Jimmy Choo.

Tal fue la complicidad entre abuela y nieta, que el encaje del vestido de novia de la primera dama está cosido en el corpiño del de Naomi, un guiño a la relación que mantienen desde la infancia de Naomi.

Durante la sesión, Naomi reveló que la inspiración para su vestido de manga larga provino del ícono de Hollywood, Grace Kelly. El velo de organza de seda fue uno de los detalles más impactantes, con un “largo catedral” -que puede llegar a medir hasta tres metros- y con el borde de encaje de Chatilly.

Si bien el sorprendente velo no formó parte de la sesión, sí generó impacto el sábado, cuando en otra de las fotos oficiales de los novios, se pudo apreciar la verdadera longitud cuando Naomi posó en la cima de una de las escaleras que conducían al jardín sur y el accesorio de Chantilly cubrió todos los peldaños.

En las otras fotos, se la pudo ver a Naomi posar de pie con el Obelisco de fondo; sentada sola en un sillón en “la previa” de la imagen oficial, mientras le retocaban el maquillaje y le arreglaban el vestido, y una en blanco y negro donde ella y su abuela se miraban fijamente con sonrisas dibujadas en ambos rostros.

Según consignó la revista estadounidense, desde 1800 solo se celebraron 19 bodas y cuatro recepciones en la Casa Blanca, incluida una para un presidente Grover Cleveland, y nueve para las primeras hijas.

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