Domingo de lluvia: la emotiva historia de Hachiko, el perro más fiel del mundo, que podés ver en Prime Video
Se estrenó en 2009, fue protagonizada por Richard Gere y está dentro de las películas más taquilleras sobre mascotas de este siglo
LA NACION
Durante siglos los seres humanos adoptaron como mascotas a los perros, los cuales adiestraron para la caza y la protección del grupo familiar. Con el paso del tiempo se convirtió en un símbolo de fidelidad hacia sus dueños. El lazo entre estos animales de cuatro patas y las personas fue siempre fuerte, hay quienes creen que irrompible. En la película sobre la vida de Hachiko, este vínculo se retrató a la perfección, en la que una conmovedora historia de un profesor y su compañero, vivieron una aventura sin igual hasta que una desgracia los separó para siempre.
Los días de lluvia son ideales -cada vez que sea posible- para relajarse y conectar con grandes largometrajes, que nos saquen a dar una vuelta en nuestra imaginación desde el living de nuestra casa. En especial, los domingos. Si sos parte del grupo de personas que se considera amante del cine, los perros y los relatos basados en hechos reales, sin dudas, Siempre a tu lado, es la mejor opción para vos.
Desde Amazon Prime Video podrás conocer una de las versiones más famosas de la vida del perro akita inu de color blanco-crema, que tras el fallecimiento de su amo de camino al trabajo, esperó su regreso hasta sus últimos días. La producción tiene un tiempo de duración de 93 minutos y se rodó en Rhode Island.
La nueva versión del largometraje se estrenó en 2009, luego de una primera película que se lanzó en Japón a mediados de la década de los 80. La historia que protagonizó Richard Gere marcó taquilla y conmovió a todos sus espectadores, no solo por la actuación de un ícono del cine estadounidense, sino por la vida de Hachiko, quien nunca abandonó la espera. Además, al reparto lo integran Joan Allen, Sarah Roemer y Cary-Hiroyuki Tagawa.
La historia Hachiko, el perro que es símbolo de fidelidad y obediencia para la sociedad japonesa
Hachiko perteneció a la raza de origen japonés akita inu. Su nombre deviene del departamento de Akita, en donde se creó esta especie de perro con un fin exclusivo para la caza. Si bien es una de las más antiguas de todo el país, con el paso del tiempo se lo adoptó para cuestiones domésticas, por lo que pasó a ser la mascota de muchos.
Se lo considera inteligente, audaz y por sobre todas las cosas, fiel. Cualidad que quedó retratada a la perfección en el film que dirigió Lasse Hallström.
Hachiko nació en 1923 en la ciudad de Odate y llegó a la vida del profesor universitario de agricultura, Hidesaburo Ueno, gracias al pedido que este le hizo a uno de sus alumnos de conseguir un perro de la raza akita.
Tras un arduo viaje en tren, el cachorro llegó a su nuevo hogar y a pesar de que parecía enfermo, entre Ueno y su esposa Yae, lo cuidaron hasta su recomposición. Cabe aclarar que su nombre deriva de la conjunción de dos palabras: Hachi es ocho en japonés y Ko, es un homenaje a los estudiantes de Hidesaburo.
A partir de allí, el lazo del profesor y su mascota cada vez se hizo más fuerte, hasta el punto en que de camino a la estación de trenes Shibuya, ambos concurrían juntos y allí, Hachiko esperaba todo el día el regreso de su amo. Más allá de las cuestiones climatológicas, el animal aguardó firme en el mismo sitio.
La relación de Ueno y su mascota solo duró 16 meses, ya que tras sufrir un derrame cerebral durante una de sus clases, el profesor falleció en 1925 a la edad de 53 años. Según contó la docente Itoh, excompañera de trabajo de Hidesaburo, “mientras la gente asistía al velatorio, Hachi olió a su dueño desde la casa y entró en la sala de estar. Se arrastró debajo del ataúd y se negó a moverse”.
Luego del triste final, el akita inu pasó al cuidado de diferentes personas cercanas al profesor, hasta que el jardinero y amigo de Ueno, Kobayashi Kikusaburo, se hizo cargo de su tenencia. No obstante, el amor de Hachi nunca dejó de cesar y año tras año, a la misma hora, acudía a la estación de trenes con la esperanza de que su amo algún día descendiera del vagón.
El 8 de marzo de 1935 Hachi murió y con ello, la historia de su amor incondicional se transformó en una leyenda para los habitantes de Odate. El gobierno japonés lo declaró como un ícono nacional y la comunidad levantó en la estación una estatua en honor suyo. Actualmente, a los jóvenes nipones se los cría con la intención de mantener los valores de aquella mascota: fidelidad, obediencia, lealtad y confiabilidad. Asimismo, cada 8 de abril se conmemora la memoria del animal.
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