Recibió su primera Barbie a los once años y su hoy su colección entró al Guinness

Cuando Bettina Dorfman tenía once años se rompió una pierna y sus padres le regalaron una muñeca Barbie para que se divirtiera. La pequeña alemana no lo sabía entonces, pero el obsequio comenzaría una historia de amor de por vida con el juguete que la llevaría a tener la colección más grande del mundo, reconocida en 2017, por el Guinness World Records.

Actualmente, Bettina tiene 18.500 Barbies, que van desde modelos de la década de 1950 hasta versiones actuales... y su misión por encontrar más y diferentes modelos no se queda ahí. Su colección se ha vuelto tendencia en el mundo debido al lanzamiento de la película Barbie, de Greta Gerwig, protagonizada por Margot Robbie.

La modesta casa de esta mujer de 62 años de Dusseldorf, Alemania, está invadida por las muñecas de Mattel con los pies de puntillas sobre todas las superficies. Pero sus verdaderos tesoros se encuentran en un cuarto del primer piso donde las preciadas muñecas se organizan según la fecha de lanzamiento y el estilo.

Hay de todas las décadas. Desde las Barbies de los años cincuenta con sombreros y guantes a juego pasando por las de los sesenta con vestidos flower power, pelo largo y faldas cortas; hasta de aquellas de los ochenta, con prendas grandes y cabellos aún más enormes. Bettina consiguió su primera muñeca, una Midge, que era la mejor amiga de Barbie, a los cinco años. Hoy cuenta con algunos de esos modelos de 1963.

Bettina había sido una fanática de las Barbies en su infancia y había guardado su colección, pero no fue hasta que su hija fue una pequeña que recordó su pasión por las muñecas. La exoficinista desenterró su colección con la esperanza de que su niña se entusiasmara con los juguetes. Sin embargo, la pequeña, obsesionada con el deporte, no les dio importancia.

En diálogo con el diario británico The Mirror, Bettina explicó: “Sus muñecas Barbie sólo hacían deporte. La Barbie del baloncesto y la Barbie del fútbol”. Sin embargo, ver las muñecas nuevamente provocó que Bettina pensara en todas las Barbies que había querido comprar en su juventud, por lo que comenzó a coleccionarlas.

La más valiosa es la Barbie número uno, la primera lanzada por Mattel, en marzo de 1959. Tiene un traje de baño blanco y negro, una cola de caballo alta y rubia y anteojos de sol blancos con forma de ojo de gato. Este es uno de los atuendos que usa Margot Robbie en la película.

Sus Barbies favoritas son las de su juventud, especialmente las muñecas Twist and Turn de 1967, incluida la primera muñeca Barbie negra. Se llaman así porque podían mover la cintura. La colección también incluye muchas Barbies de edición limitada, como Sandy de la película Grease y Princess of Monaco Grace Kelly. Además, hay casas, autos, botes y más accesorios que cualquier multimillonario tendría.

Cuando se le pregunta si alguna vez juega con sus muñecas, Bettina grita que no: “Soy coleccionista y deben estar en trajes originales y completos”.

Su esposo Goag, de 67 años, un ingeniero eléctrico jubilado, está acostumbrado a la abundancia de muñecas en el hogar. Bettina dice: “He estado con él desde que tenía quince años y colecciono muñecas Barbie desde los 34 años, por lo que ha estado allí desde el principio. Ha crecido con las Barbies”.

Por otro lado, Bettina ha transformado su amor por las muñecas en un noble oficio. Después de aprender a arreglar por sí misma las muñecas, ahora se encarga de un hospital de Barbies que improvisa en la mesa de su cocina. Recibe pedidos de coleccionistas y dueños de muñecas de todo el mundo que se las envían para que las repare con piezas originales.

Su pasión también se ha convertido en un negocio puesto que trabaja con museos y galerías para exhibiciones. De hecho, actualmente hay diez mil muñecas en exposición en este momento y con el estreno de Barbie las visitas están arrasando.

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