El ecosistema de la convergencia
El “ecosistema” convergente de los medios “tradicionales” con las empresas de telecomunicaciones (TV paga incluida), fue alterado por nuevas empresas, en su mayoría nativas digitales, que distribuyen, y en algunos casos producen, contenidos audiovisuales a través de las redes fijas e inalámbricas de telecomunicaciones.
Esta situación genera asimetrías regulatorias que redundan en beneficios competitivos para los nuevos jugadores. Por ejemplo, el contenido emitido a través de un canal de TV está altamente regulado y con sanciones para preservar a los niños; en internet, no. Otro tema son las noticias, los medios tradicionales son editores de sus contenidos, son responsables de lo que emiten y, en especial, de la veracidad de lo que informan. En internet no se requiere de un editor responsable.
Por otra parte, las empresas de telecomunicaciones deben invertir cada vez más en sus redes para mejorar la capacidad y velocidad de estas, debido a que el usuario demanda contenidos de mejor calidad (HD, 4K, 16K, y más). El tiempo de ocio del usuario es el punto de competencia. Y todos van por eso, aunque estas compañías mayoritariamente nativas digitales cuentan con ventajas a la hora de competir: conocen al usuario y sus preferencias (hasta ideológicas); comercializan paquetes de usuarios en los Ad Exchanges, que son plataformas digitales de compraventa de audiencias en tiempo real donde los anunciantes, a través de subastas, adquieren los paquetes de contactos para llegar a ellos con sus anuncios; no tienen regulación de sus contenidos; en caso de usar contenidos de terceros, como noticias, no pagan por ello, ni por derechos de propiedad intelectual; usan las redes de las empresas de telecomunicaciones sin pagar por capacidad usada; no tributan impuestos en todos los países donde operan
En lo que hace al uso y comercialización de datos, Europa –que todo lo regula– a través de ley de mercados digitales identifica gatekeepers, entre los que se ubican Alphabet (Google), Amazon, Apple, ByteDance (Tic-Toc), Meta, Microsoft, y los somete a regulación por los datos que poseen. Define a los gatekeepers “guardianes de acceso” a quienes ofrecen una pasarela de acceso importante entre las empresas y los consumidores en relación con los servicios básicos de plataforma. Algo interesante regulado por la UE es la interoperabilidad entre distintos sistemas para que los usuarios de Whatsapp, Signal o Telegram puedan comunicarse entre sí.
Por otro lado, los productores de contenidos (tanto ficción, como noticias) reclaman que empresas como Google y Facebook paguen por el uso de los mismos. En su Declaración de Salta, la Sociedad Interamericana de Prensa pone énfasis en equilibrar el ecosistema a través de la autorregulación. Algunos países avanzan hacia regulaciones (Australia, por ejemplo). Tratándose de un tema global, merece una solución global a través de organismos multilaterales.
Con respecto al uso de redes de telecomunicaciones, en Europa se discute que las empresas que generen mayor tráfico de datos paguen una “retribución justa” a los titulares de las redes (fair share), mientras que en USA, el comisionado del organismo regulador, Brendan Carr, propone que Netflix, YouTube, Amazon Prime, Disney+ y Microsoft aporten al fideicomiso que financia obras de infraestructura de redes de comunicaciones (Fondo de Servicio Universal).
Un dato curioso: en plena pandemia, cuando todos estábamos estudiando y trabajando desde nuestras casas, las redes estaban saturadas. En aquel momento, y gracias a buenas gestiones del sector privado y del público de la Argentina, estas plataformas decidieron disminuir la calidad de sus contenidos para liberar espacio de tráfico de datos. Es decir, hasta en una emergencia se tuvo que apelar a la buena voluntad por estar fuera de toda regulación.
Las políticas públicas en vez de regular para impedir deberían acompañar la evolución para equilibrar a los distintos sectores, marcar el “área de juego” y que libremente compitan. Quedará para otro capítulo el tema de la complejidad de los nuevos delitos en la era digital. Y este es solo uno de los sectores que está en evolución, ni hablar de transporte y turismo, por ejemplo. Quedan más preguntas que respuestas, y creo que es muy bueno. La certeza es que se evoluciona con más creatividad humana y con más educación, principalmente a usuarios y a quienes toman decisiones sobre políticas públicas.
Abogado especializado en comunicación y regulación de industrias convergentes