El kirchnerismo, al diván (y no solo ellos)

• Esta semana se aprobó el impuesto a la riqueza en Diputados. Máximo Kirchner lo llama "aporte" solidario, pero en realidad es un impuesto compulsivo que se va a judicializar y que va a ser un festival para los abogados y los contadores, que son los que verdaderamente se van a hacer ricos por la litigiosidad que tiene esta idea de Máximo.
• El proyecto de Máximo Kirchner propone gravar, con un impuesto extraordinario, las fortunas superiores a los $200 millones. Dicen que es por única vez, pero muchos sospechan que será para siempre.
• La iniciativa del hijo de Cristina disparó una polémica fenomenal dentro y fuera del Congreso.

• Luis Juez lo puso en contexto: "En la comodidad de estar sentados en el living de su casa los diputados oficialistas le van a meter la mano en el bolsillo al tipo que está trabajando hace 200 años. Cualquier PyME o empresa agroindustrial tiene 200 millones de pesos en maquinaria. Son 135 mil dólares".
• Con esto, el Gobierno espera recaudar más de 300 mil millones de pesos extraordinarios.
• Pero la pelea de madrugada en el Congreso se convirtió en una verdadera sesión de terapia, donde cada uno hizo su catarsis. Ahí fue cuando intervino Mario Negri, jefe del interbloque de Juntos por el Cambio, quien lanzó: "Hagamos un consultorio ahora y que cada uno se saque las ganas" ¡¿A quién más le recomiendo el psicólogo?! ¡¿Necesitan un diván?! ¡Acá tenés un diván!".
• Recogió el guante Máximo Kirchner, y dijo: "No es tiempo para insultos".
• ¿Desde cuándo ir a un psicólogo es un insulto? Yo creo que, sobre todo en la Argentina, para gran parte de la clase dirigente debería ser una necesidad y para muchos, una obligación.

• Si Moyano hubiera ido al psicólogo, ¿de cuántos padecimientos nos hubiéramos ahorrado? Él, que es multimillonario y que debería pagar el impuesto a la riqueza si tuviera sus bienes en blanco y no usara testaferros, terminó festejando la idea de Máximo como si él fuera pobre o de clase media, un status que no conoce desde hace décadas.
• ¿Qué hubiera pasado si los padres de Máximo hubieran ido a un psicólogo o hubieran hecho algún tipo de sanación emocional o si él mismo se hubiera sometido a algún terapia? Le habrían hecho un enorme servicio al país porque habrían curado sus resentimientos en lugar de hacérselo pagar a toda la Argentina.
• Otro que también necesitaría un apoyo psicológico (sobre todo para lidiar con su vicepresidenta) es el propio Presidente que, sin embargo, se dio el lujo de mandar a otro al psicólogo, copiando la idea de Negri.
• No hay caso. Si sos periodista, Alberto Fernández o te manda a estudiar o te manda al psicólogo.

Maestros que militan

• Otra locura política de la semana fue la polémica que desató la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, solo por decir la verdad sobre la tragedia educativa argentina. Como dice Miguel Wiñazki, la Argentina tiene baja tolerancia a la verdad y eso fue lo que pasó con la ministra, que fue acribillada por el kirchnerismo en las redes y en sus medios afines.

• En medio del debate por el regreso a las aulas se hizo viral una charla de Soledad Acuña con Fernando Iglesias, donde ella dice cosas evidentes: revela datos duros (no opiniones) de una exploración que hizo el Ministerio de Educación a nivel nacional, donde se registra que el perfil del ingresante a la carrera docente hoy es muy distinto al de 30 o 40 años atrás. Pertenecen a sectores socioeconómicos más bajos, como sucede con quienes entran a la Policía, por la sencilla razón de que la Argentina se ha ido empobreciendo y degradando.
• Otra verdad que nadie se anima a decir es que muchos maestros militan, en lugar de enseñar. La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), que está alineada con el kirchnerismo, es quién verdaderamente tiene a su cargo la política educativa de la Argentina desde que el kirchnerismo llegó al poder.
• El cterismo educativo que –vamos a decirlo con todas las letras- ha destrozado lo que alguna vez fue nuestro orgullo: la educación pública y gratuita. Y, además, la ha privatizado de hecho: las familias de clase media, aún pauperizada, huyen -si pueden- hacia instituciones privadas, corridas por los paros constantes, los días de clase perdido y el abandono general.
• Acuña dijo que los maestros bajan línea en el aula y ahora con la virtualidad eso se hace muy visible porque la escuela entró a la casa. ¿Qué es bajar línea?
• Por decir estas verdades con audacia, el kirchnerismo le está pidiendo la interpelación en la Legislatura porteña y la está empujando a renunciar, mientras bancan a mafiosos como Mario Ishii, el intendente de José C. Paz, que admite la venta de "falopa" en las ambulancias.

• Otro costado de la tragedia educativa argentina es el cierre de las escuelas desde hace 9 meses, a pesar de que hay probados estudios que revelan que los chicos no son grandes focos de contagio. Unicef y la OMS recomiendan el regreso a clase. En tanto, Merkel dice: "Las escuelas deben permanecer abiertas –a pesar de la segunda ola de Covid- no solo como misión educativa, sino porque, además, se han demostrado las dramáticas consecuencias sociales que se producen cuando los chicos no van a la escuela".
• "Dudamos mucho que las clases vuelvan a empezar en marzo en forma presencial", dice -por el contrario- Magario. Magario versus Merkel. La matanza versus Alemania. No hace falta ser muy despierto para darse cuenta de quién toma las mejores decisiones en materia de políticas públicas.

Ajuste por todos lados: "macrización" del kirchnerismo

• Alberto Fernández dice que el ajuste lo van a pagar los acreedores y los que "fugaron" dinero, y, sostiene que la fórmula jubilatoria que está proponiendo le va a ganar a la inflación.
• El Presidente debe hablar seguido con Ludovica Squirru porque, ¿cómo sabe cuál va a ser la inflación del año que viene si en la Argentina todos los pronósticos fallan?
• El ajuste lo está haciendo la realidad: Álvarez Agis habla de 4 millones de puestos de trabajo perdidos; la inflación proyectada para diciembre es del 4%; la fórmula del Gobierno ajusta a los jubilados; hay un 50% de pobres; y el aumento de las tarifas públicas pegará de lleno sobre la clase media y, más aún, en los sectores más vulnerables. Además, el IFE no se pagará más y el Estado no auxiliará tampoco a las empresas, ni a sus trabajadores.
• ¿De dónde deduce Alberto Fernández que el ajuste lo pagarán esta vez los acreedores? Vamos a los datos reales. Silvia Stang escribe en LA NACION:"Las jubilaciones subirán, según anunció el gobierno, apenas un 5% en diciembre y cerrarán 2020 con un aumento muy inferior al de la fórmula de actualización jubilatoria que se había sancionado en 2017, durante el gobierno de Cambiemos".
• En caso de haberse mantenido aquella ley, las jubilaciones habrían aumentado en todo el año un 42%. Con la suba que se concretará en diciembre, las jubilaciones aumentarán entre el 24,3% y el 35,3%. La pérdida para los jubilados es clara, lo demás es sarasa para la misa kirchnerista.