La embajada de China expresó su malestar por supuestos contactos con Taiwán y Mondino recibe a sus representantes

A su regreso de Beijing, donde llegó antes de fin de año para su “informe anual”, la agenda del embajador Wang Wei se llenó de encuentros políticos. El martes se reunió con el gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, hoy verá al jefe de gobierno porteño, Jorge Macri y el viernes estará en el palacio San Martín para conversar, por primera vez de modo oficial, con la canciller Diana Mondino.

Semejante despliegue se explica, según distintas fuentes locales e internacionales, en la renovada incomodidad del gobierno de Xi Jinping por los supuestos contactos de Mondino y otros miembros del gobierno de Javier Milei con representantes de Taiwán, a la que China considera parte de su territorio, una verdadera “línea roja” que el régimen comunista no estaría dispuesto a dejar pasar. Desde la Cancillería niegan esos contactos, aunque no desmienten que los vínculos con el gigante asiático, más allá de la reunión de viernes, están lejos de ser los ideales.

“Taiwán es una parte inalienable del territorio de China, y la cuestión de Taiwán es completamente un asunto interno de China. La clave para mantener la paz y la estabilidad en el estrecho es defender el principio de una sola China”, reza un tuit de ayer de la embajada china en Buenos Aires, que cita una declaración de la cancillería de Xi Jinping, en la que refutó una declaración conjunta del denominado Diálogo Trilateral del Indo-Pacífico entre Estados Unidos, Japón y Corea del Sur. La declaración deja traslucir la incomodidad de China, que en el gobierno desmienten, por la reunión que en teoría habría sostenido Mondino a fines de diciembre con el representante de Taiwán en el país, Miao-hung Hsie, en la sede de la Cancillería.

“Los vínculos venían mal por las declaraciones de Milei durante la campaña. Empezaron a mejorar, y ahora se complicaron otra vez”, resume una fuente oficial con acceso al diálogo bilateral pasado y presente. Desde el día uno de su gestión, Milei debió emitir gestos para morigerar sus propias declaraciones, en las que tildaba a China de país “comunista”, y afirmaba que no tendría relaciones con países de ese signo ideológico. También sus funcionarios debieron dar explicaciones por la idea de cerrar o “quemar” el Banco Central, que es precisamente la entidad con la que China acordó el swap de monedas, actualmente vigente, pero con un nuevo tramo de U$S 6500 millones trabado por los desencuentros políticos.

La primera semana de su gobierno, el presidente Milei envió una carta al presidente Xi Jinping, en la que le solicitaba su mediación para acelerar la disponibilidad del swap, utilizable para pagar importaciones de ese país en moneda china y eventualmente también para hacer frente a pagos de la deuda con el FMI. El Presidente mostró, en ese vínculo, su disposición a tener un contacto telefónico con Xi Jinping en el plazo más corto posible, y multiplicó sus gestos de acercamiento. Luego de algunas semanas de demora, el Gobierno también confirmaron la designación del diplomático Marcelo Suárez Salvia, hasta hace poco embajador en Trinidad y Tobago, como nuevo representante diplomático en Beijing

Desde la Cancillería primero, y hoy el portavoz presidencial Manuel Adorni esta mañana confirmaron el encuentro con el embajador chino, aunque declinaron informar con precisión sobre el contenido de la charla, que según la Cancillería fue pactada hace varias semanas, en el contexto de reuniones de Mondino con distintos representantes extranjeros. “Temas económicos”, deslizó una alta fuente del Palacio San Martín, como modo de relativizar los cortocircuitos por los supuestos contactos con Taiwán, que de haberse producido serían inaceptables para China. De hecho, uno de los pocos países (el único del Mercosur) con relaciones plenas con Taiwán es Paraguay.