Solo en Off: Matías Kulfas “regresa” a los escenarios, guitarra en mano, para cantar rancheras con su mujer

Poco y nada se supo de la vida de Matías Kulfas luego de su renuncia al Ministerio de Desarrollo Productivo, como corolario de la intensa presión a la que el economista más cercano al presidente Alberto Fernández era sometido por parte de las huestes cristinistas.

Dedicado a transitar, según sus palabras, la “senda de la tranquilidad”, durante las últimas semanas Kulfas empeñó horas de ensayo en la guitarra para acompañar a su pareja, la cantante Yamina del Real, que este jueves 28 se presentará en el Torquato Tasso para interpretar un inusual repertorio de “rancheras mexicanas deconstruidas”.

Según funcionarios que se enteraron de la nueva vida del exministro, varios de los títulos de las canciones elegidas para la presentación en el tradicional reducto de San Telmo contendrían sugestivas alusiones a la complicada salida de Kulfas del Gobierno. Por ejemplo, “Fallaste corazón” o “Te solté la rienda”, esta última popularizada por el grupo Maná, y que contiene sentidas frases como “vas a sentir que lloro, sin poder siquiera derramar tu llanto”.

Cerca del exministro se ríen de esas supuestas conexiones y sólo reconocen que Kulfas y Matías Albamonte, el otro guitarrista del trío, están compenetrados en sostener la base musical de la cantante mexicana, que reinterpreta rancheras con un fuerte componente machista y las transforma, hablando de los sentimientos de la mujer y de su idea primordial: “Llegamos a este mundo para ser amados y todo lo que hacemos es para que nos quieran”.

Se trata de un objetivo siempre difícil de lograr en la intrincada carrera de la política, como bien lo sabe Kulfas, que transitó buena parte de su vida preparándose para la función pública y debió irse por la puerta de atrás hace casi dos meses, luego del enojo de la vicepresidenta Cristina Kirchner por sus dichos sobre La Cámpora y el manejo de la licitación del gasoducto Néstor Kirchner.

Sin complejos por el cambio de roles, y con un pasado rockero que nunca ocultó (su barbijo con el rostro de Luis Alberto Spinetta fue comentario entre sus pares del gabinete durante muchos meses), Kulfas también se muestra dispuesto a enfrentar a los medios –vinculados al espectáculo, obviamente– con tal de promocionar la labor de su pareja.

El exministro albertista estará hoy en el Canal de la Ciudad, donde seguramente hará un anticipo del show que desplegará tres días después. Se descuenta que no hablará de política, y sí de sus inclinaciones musicales y literarias. Sin ir más lejos, su libro Los tres kirchnerismos se transformó en su “renta inesperada” con récord de ventas luego de las renovadas críticas de la vice, que de seguro no estará en el show de este jueves.

Volnovich, indultada por Máximo pero aún con bajo perfil en PAMI

El escándalo por aquellas idílicas vacaciones en el Caribe junto a su pareja, Martín Rodríguez, melló el ánimo de Luana Volnovich, la titular de PAMI que finalmente, y a pesar del intenso ruido mediático, no dejó su puesto y continúa al frente de la obra social de los jubilados.

De todos modos, la pareja sí sufrió, según fuentes autorizadas, el frío de La Cámpora, la organización que encabeza Máximo Kirchner, quien poco después de defenderla a capa y espada dejó de ubicarla en la primera línea. Hace pocos días llegó el “perdón” del líder camporista, y Volnovich volvió a sonreír en las fotos junto a sus viejos compañeros de militancia, muchos de los cuales aún no le perdonan el desliz.

Más allá del hecho puntual, en el PAMI ven a Rodríguez con las “riendas” de la obra social, con terminales muy claras en Berazategui (reino de los Mussi padre e hijo) y Hurlingham, donde el actual ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, fue desplazado en el control del municipio por el intendente interino y dirigente camporista Damián Selci, cercano al hijo de la vicepresidenta pero más a Rodríguez, número dos en el PAMI.

Batakis no quiso “heredar” el chofer de Guzmán

Casi sin tiempo para acomodarse en el sillón más incómodo de todos, Silvina Batakis llevó al Ministerio de Economía a varios de los funcionarios que la acompañaron como secretaria de Provincias en el Ministerio del Interior.

Algunos traslados fueron muy visibles, como Karina Angeletti, su viceministra. Otros, no tan conocidos ni ilustres, como el chofer que la trasladaba mientras trabajaba con el ministro Eduardo de Pedro. Según cuentan en los pasillos de Hacienda, Batakis descartó utilizar los servicios del chofer de su antecesor, Martín Guzmán, un agente de la Policía Federal que también se encargaba de la seguridad del ministro.

La razón del cambio sería, además de la comodidad de contar con una cara conocida en sus idas y vueltas por la ciudad, de índole ideológica. Batakis, especulan por lo bajo fuentes oficiales, cree que por tratarse de un agente de seguridad, el policía-chofer podría tener acceso a información sensible, y la intención era y es evitar filtraciones innecesarias. Ya sin policía dentro de su auto, (ese sería realmente su problema) Batakis espera a su vuelta de Washington que su chofer mantenga la discreción.

Precios, la placentera amnesia de Paula Español

Su salida de la estratégica secretaría de Comercio, traumática y algo desprolija, se produjo en octubre del año pasado, y generó un reacomodamiento de piezas que incluyó la llegada de Roberto Feletti, cristinista convencido que tomó con efusividad las riendas de la “guerra contra la inflación”.

Criticada por su gestión, Paula Español recaló poco después en el Ministerio del Interior que encabeza Eduardo de Pedro, y a juzgar por su semblante relajado en el acto del miércoles en Casa Rosada, donde su jefe firmó acuerdos de intercambio con el museo del Holocausto Yad Vashem, el cambio la benefició.

“¿Precios? ¿Qué era eso?”, bromeó por lo bajo la funcionaria, cercana al gobernador bonaerense Axel Kicillof, ante otros referentes del ministerio de De Pedro, en medio de una semana en la que los precios volaron junto con la imparable suba del dólar. Más de uno recordó, en defensa de Español, que los precios comenzaron a desbocarse con la llegada de Feletti a la secretaría, una reivindicación tardía que la hoy encargada de articulación con las provincias tomó de muy buen modo.

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