Crimen de Lucas González: a la espera de peritajes, la causa avanza hacia el cierre de la instrucción

Tres meses después del asesinato de su hijo, Cintia López, la madre de Lucas González, el chico de 17 años asesinado por policías porteños a la salida de un club de Barracas, se cortó las venas con un cúter. Solo la providencial intervención de su hija de 14 años y la veloz reacción de Héctor “Peca” González, que la llevó en auto al hospital materno-infantil Mi Pueblo, de Florencio Varela, evitaron que muriera. Ella, ahora, está internada en estado crítico, y el abogado de la familia, Gregorio Dalbón, pidió al Estado ayuda para la familia y para que, en cuanto salga de alta de la emergencia médica, la devastada mujer pueda ser internada en una clínica neuropsiquiátrica para su contención.

El nuevo drama de la familia González se produjo pocos días después de que la Cámara de Apelaciones denegara una serie de detenciones de policías y funcionarios de planta del Ministerio de Justicia y Seguridad porteños solicitadas por el fiscal Leonel Gómez Barbella.

Pero aunque ese revés pudo haber sido el disparador de la nueva crisis de Cintia López -es su tercer intento de suicidio en estos tres meses-, la causa por el asesinato de Lucas está en movimiento. A la espera de una serie de peritajes telefónicos, la causa judicial por el homicidio del futbolista de las inferiores de Barracas Central asesinado por efectivos de la Policía de la Ciudad en un caso de gatillo fácil el 17 de noviembre pasado, avanza hacia el cierre de la instrucción.

Así lo informaron a LA NACION fuentes judiciales. Tres meses después del crimen, el caso tiene procesados con prisión preventiva por el delito de homicidio agravado por alevosía y por ser miembros de las fuerzas policiales abusando de sus funciones a los oficiales Gabriel Issasi, Juan José Nieva y Fabián López que hasta el momento del crimen cumplían funciones en la Brigada 6 de la Comisaría Vecinal 4D de la Policía de la Ciudad. Además, hay otros 11 uniformados presos por presunto encubrimiento del crimen.

“Los encausados, bajo el justificativo o explicación de que eran ‘sospechosos’, emboscaron a cuatro adolescentes a quienes ya desde el inicio de su seguimiento describieron como ‘masculinos menores’ y les propiciaron una significativa cantidad de balazos con armas de fuego que pegaron en distintas partes del automóvil [en el que viajaban las víctimas] tanto en la parte delantera del parabrisas como en sus costados, en ventanilla y guardabarros (pese a que se encontraron cinco vainas, habrían sido varios disparos más) y terminaron con la vida de uno de ellos, pretendiendo acabar también con la del resto del grupo de amigos, si no era porque lograron escapar”, sostuvo el fiscal Gómez Barbella cuando pidió los procesamientos de Issasi, Nieva y López.

“Estamos a la espera de peritajes telefónicos cuyos resultados podrían determinar la solicitud de una serie de medidas. La causa avanza hacia el cierre de la instrucción”, explicaron fuentes judiciales.

El jueves pasado, cuando se cumplieron tres meses del homicidio de Lucas, que tenía 17 años, se conoció el fallo con el que la Cámara del Crimen rechazó la detención de cinco nuevos imputados por el encubrimiento. Además, volvió a desestimar el procesamiento de dos policías liberadas por falta de mérito.

El jueves pasado, cuando se cumplieron tres meses del homicidio de Lucas, que tenía 17 años, se conoció el fallo de la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional en el que rechazó una apelación del fiscal con la intención de que fueran detenidos cinco nuevos imputados por el encubrimiento. Además, el tribunal de alzada volvió a desestimar los procesamientos de dos policías que fueron liberadas por falta de mérito en el marco de la misma causa.

La decisión fue adoptada por la Sala IV de la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional integrada por los jueces Alberto Seijas e Ignacio Rodríguez Varela, quienes consideraron “mal concedidos” los recursos de apelación que habían presentado, en ese sentido, el fiscal Gómez Barbella y el querellante, Gregorio Dalbón.

Así, quedó firme la decisión del juez Martín Del Viso de rechazar por el momento las detenciones e indagatorias por encubrimiento agravado de la abogada Verónica Gabriela Andraca, de la División de Asuntos Penales y Contenciosos de la Policía de la Ciudad; la abogada Silvia Alejandra Ozón, jefa de División de la Dirección de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Justicia y Seguridad; del comisario mayor Fabián Lencina, y de los oficiales Pablo Daniel Granara y Lucas Damián Evaristo Varas.

La Cámara también rechazó los procesamientos de las policías Lorena Miño y Micaela Fariño –liberadas en enero por falta de mérito–, que habían vuelto a pedir fiscalía y querella luego del informe final de un peritaje odorífico que indicó que habían manipulado la réplica del arma hallada en el auto en el que viajaban las víctimas cuando fueron acribilladas. Esa arma, según dio por cierto la Justicia, hasta ahora, fue “plantada” por policías con el objeto de encubrir el crimen que acababan de cometer otros policías.

El lunes pasado, los padres de Lucas y su abogado presentaron ante el Consejo de la Magistratura la denuncia contra el juez Del Viso por mal desempeño de sus funciones y prevaricato, justamente por su decisión de rechazar estos planteos de nuevas detenciones.

El homicidio de Lucas sucedió cerca de las 9.30 del 17 de noviembre último, cuando la víctima y tres amigos de su misma edad salieron de entrenar en el club Barracas Central a bordo del Volkswagen Suran del padre de uno de ellos y fueron interceptados por un Nissan Tiida de la Brigada de Investigaciones de la Policía de la Ciudad, sin patente ni signos de ser un vehículo en uso policial, del que bajaron tres efectivos armados y sin identificar.

De acuerdo con las pruebas recabadas, los adolescentes creyeron que eran ladrones que iban a robarles, por lo que huyeron del lugar, momento en que los policías les dispararon desde distintos ángulos. Al menos cinco tiros dieron en el auto y uno de ellos impactó en la cabeza de Lucas, quien murió horas más tarde.

Tercer intento de suicidio

En las últimas horas, tras conocerse la noticia del tercer intento de suicidio de Cintia López desde que mataron a su hijo (esta vez fue el domingo a la noche, cuando su hija la encontró bañada en sangre y “llorando desconsoladamente”), se multiplicaron los pedidos de ayuda para la mujer y para su familia, devastada por todo lo que siguió tras el crimen.

Fuentes judiciales explicaron a LA NACION que desde que asumió la investigación de la causa, el fiscal Gómez Barbella, por intermedio de la Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas (Dovic), le brindó asistencia a López, quien tuvo apoyo psicológico de profesionales de la Municipalidad de Florencio Varela, donde vive con su familia.

Hace pocos días, agregaron las fuentes, Gómez Barbella le preguntó a López cómo estaba y cómo seguía el tratamiento psicológico. “Se está tramitando el traslado de Cintia. Ya la psiquiatra manifestó que debe permanecer internada. Están analizando el mejor lugar para ella. También se están encargando de Peca [por Héctor González] que necesita soporte para él y sus dos hijos menores”, explicó Dalbón en otro tuit.

Para finalizar, el abogado escribió: “El juez Del Viso, no santo de mi devoción, pidió por oficio que se le brinde asistencia a la víctima. (Cintia) Podremos discutir fallos, denunciarlo ante el Consejo de la Magistratura, inclusive pedirle destitución, pero en este caso actuó como un hombre de bien. ‘Lo cortés no quita lo valiente’”.