Juicio por Dalmasso. A la Policía Científica no la convocaron el día del crimen, sino un mes después
Lo confirmó el actual jefe de la dependencia, que también afirmó que en el material analizado no encontraron semen ni rastros de ADN del atacante; además, el empresario Miguel Ro“El Francés”, sospechado por la familia de supuesto amante de la víctima, fue a Tribunales por una causa abierta contra un amigo del viudo
CÓRDOBA.- Pasan las semanas en el juicio a 15 años del homicidio de Nora Dalmasso en un barrio cerrado de Río Cuarto sin que haya un testimonio relevante para el proceso que se le sigue al viudo. Marcelo Macarrón está acusado de ser el supuesto autor intelectual del asesinato. La familia del único imputado que tiene el caso tampoco logró avanzar un paso en su intención de instalar en la escena del crimen a Miguel Rohrer, el empresario apuntado por la familia como sospechoso y como amante de Dalmasso. Este jueves se presentó ante el Tribunal para ponerse a disposición, aunque le dijeron que, por ahora, no era necesario. Sí fue a declarar, pero en otra causa: la que se abrió para investigar si el abogado Daniel Lacase, que acompañó al viudo en los primeros momentos tras el conmocionante asesinato, realizó maniobras para desviar la investigación.
Con más de medio centenar de testigos que ya enfrentaron a los magistrados y al jurado popular, todo gira en torno a la vida íntima de la víctima, o a cómo la lloró o no su familia, Incluso se vienen desgranando opiniones acerca de cómo fue la investigación.
En esa línea se incluye Néstor Gutiérrez, actual jefe para el interior cordobés de la Policía Científica, quien afirmó que todavía le llama la atención que no se los hubiera convocado inmediatamente después del homicidio para trabajar en la escena del crimen, algo que debió haber sido “de manual”. Declaró que la primera comunicación la recibieron casi un mes después, el 8 de diciembre de 2006, y que concurrió el Ceprocor, un centro científico-tecnológico de referencia, que depende del gobierno provincial.
Ellos hicieron el primer peritaje del material genético recogido en la escena del crimen. Y confirmó que en esas pruebas no se determinó la presencia de semen. La presencia de ese supuesto rastro, que solidificó inicialmente la hipótesis de que Dalmasso había sido víctima de un delito sexual, sí surgió en los exámenes realizados por el FBI cuando el caso ya conmocionaba a toda la Argentina y exigía respuestas que las autoridades no acertaban a encontrar.
A esos exámenes, explicó Gutiérrez, ellos no accedieron. Aclaró que tampoco les correspondía recibirlos. Cabe recordar que en junio de 2007, el fiscal Javier Di Santo -que entonces impulsaba la pesquisa- imputó a Facundo Macarrón, hijo de la víctima, por el delito de “abuso sexual seguido de muerte agravado por el vínculo”, a partir del hallazgo de muestras del patrón genético “del linaje Macarrón” en el cinturón de la bata que se utilizó para asfixiar a la víctima. Terminó absuelto.
El testigo de la semana
Esta semana también fue el turno de Daniel Lacase, el amigo de la familia al cual el fiscal Julio Rivero pidió investigar por presunta extorsión, causa por la que hoy fue El Francés Rohrer a Tribunales. En su declaración, Lacase lloró e hizo emocionar al viudo cuando recordó cómo se había enterado de la muerte de Nora y cómo se lo había contado a Macarrón en Punta del Este, donde compartían un viaje por un torneo de golf.
“Todas las opiniones que di sobre el caso fueron personales. Reconozco que me excedí en hablar con la prensa, pero no era el vocero de Marcelo”, dijo, 15 años después, el abogado que tuvo un rol mediático protagónico en aquellos tiempos.
Explicó por qué empezaron ellos -él y la familia- a hablar de la vida privada de la víctima. “Se empezaban a caer las pruebas y me desesperé. Tenía miedo de que se cayera la causa, por eso insistí en que se investigara la noche de Río Cuarto”, aseguró. La referencia era a un asado en la casa de Rafael Magnasco, uno de los primeros apuntados como presunto amante de Nora.
También se refirió a la lista que le pidió a un empleado de Rohrer -Ricardo Araujo- sobre las personas que habían estado con El Francés en Buenos Aires. Dijo que la recibió y se la dio a la fiscalía. “Lo hice para colaborar con la investigación y porque me lo había pedido un policía, cuyo nombre no me acuerdo, un pelado, era”, agregó.
Nadie le preguntó sobre el dinero que habría pedido para “mejorar” la imagen del empresario. Esa declaración del empleado de Rohrer hizo que se abriera una causa contra Lacase. El Francés llegó con su esposa a Tribunales, se presentó ante el fiscal Daniel Miralles -que también intervino en la causa del crimen- y se fue sin que los periodistas advirtieran su presencia.
Hasta ahora, el empresario no declaró en el juicio por el crimen; podría hacerlo en las próximas audiencias. Sin embargo, ha tenido un rol protagónico porque los hijos de la víctima y algunas amigas lo mencionaron en sus declaraciones. Él niega todo; siempre dijo que con Nora Dalmasso lo unía una relación de amistad. Sostuvo que la noche del crimen estaba en Buenos Aires. Su abogado aseguró que iniciarán una demanda a la familia por los dichos respecto de su cliente.
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