“Hay mucho malestar”: cierran un paso internacional clave para el transporte y el turismo a solo 48 horas de su reapertura

MENDOZA.– Es la crónica de un cierre anunciado. Una vez más, por razones climáticas, el principal paso fronterizo a Chile –el Sistema Integrado Cristo Redentor– vuelve a clausurarse, quedando del lado argentino más de 8000 camiones, en medio de fuerte reclamos por las demoras y a la espera de un nuevo aviso, que recién podría llegar dentro de una semana, según confiaron a LA NACIÓN fuentes del área fronteriza y de la Gendarmería Nacional, ya que las condiciones meteorológicas así lo indican.

En este sentido, las autoridades de la Argentina y Chile, que buscan trabajar de manera coordinada, tomaron la decisión de frenar el flujo vehicular desde las 21 de hoy y durante mañana, viernes 1° de septiembre, indicaron en un comunicado, atentos a un frente que puede ocasionar temporales e inestabilidad de manera extendida.

“Se procede al cierre de este paso fronterizo de forma preventiva, por el ingreso de un frente de condiciones meteorológicas adversas que afectará de manera prolongada a la alta montaña, con nevadas, bajas temperaturas, generando riesgos en la transitabilidad segura de esta ruta internacional”, expresaron en el escrito.

En contacto con este diario, fuentes del área fronteriza se refirieron a la decisión tomada. “Hay que ver si el temporal se disipa, aunque está complicado. En los diferentes análisis de información nos figura la caída de nieve pesada, que suele formar paredones. Es un panorama complejo. Tendremos una sumatoria de camiones por toda la ruta 7, ya que hoy solo alcanzarán a pasar algunos más. Es posible que la interrupción se mantenga hasta el viernes 8 de septiembre“, indicaron en el sector aduanero, por lo que recién el fin de semana próximo, en el horario de 9 a 21 en la Argentina, con apertura y cierre de barreras en Uspallata a las 8 y a las 19, se normalizaría el tránsito al vecino país.

Al menos en territorio mendocino ya hay más de 4000 camiones que deberán esperar a la nueva habilitación. De hecho, a pocos kilómetros de la capital, se observa una larga cola de transportes a la vera de la ruta 40, antes del empalme con la 7, camino a la montaña.

“Hay mucho malestar por las demoras, pero la realidad es que Chile toma las principales decisiones; nosotros tenemos camino recto hasta la boca del túnel, mientras que ellos tienen a los caracoles, y suelen tomarse su tiempo para todo”, agregaron.

Breve rehabilitación

Ayer, luego de la interrupción del Sistema Integrado Cristo Redentor durante 15 días por un fuerte temporal de nieve en ambos lados de la Cordillera de los Andes, se habilitó el tránsito en el corredor bioceánico, lo que generó cierto alivio entre los transportistas, quienes, cansados y apurados, empezaron a atravesar la montaña, con el temor de que volviera a cerrarse. En ese interín, se produjeron largas colas, de decenas de kilómetros, en las zonas más cercanas al complejo aduanero, con imágenes nocturnas sorprendentes, al tiempo que miles de camiones esperaban su turno en los distintos paradores y estaciones de la provincia, así como en diversos sitios de la ruta 7 a lo largo del país, con insistentes reclamos por las dilaciones en los trámites. De acuerdo con la estimación oficial, solo 2000 camiones habrán logrado arribar a la vecina nación para cuando vuelva a cerrarse esta noche.

Por eso, ahora, con el nuevo aviso de imposibilidad de cruzar a Chile, los ánimos volvieron a caldearse, por lo que serán varias jornadas de una tensa calma, exigiendo una vez más a las autoridades que se optimice el servicio, algo que no cambia radicalmente desde hace décadas, más allá de las inclemencias del tiempo.

En este escenario, la Asociación de Propietarios de Camiones de Mendoza (Aprocam) protestó nuevamente por el impacto de los cierres, ya que complican la entrega y reposición de las cargas. Es que en ese último corte, los camioneros, atentos a la dilación en la apertura, sobre todo en el complejo chileno Los Libertadores, constataron que las condiciones meteorológicas del lado trasandino ya habían cedido, por lo que la ruta debería haber estado operativa más rápidamente.

“El paso internacional es un sistema de control integrado donde interactúan Chile y la Argentina. Pero en el estado actual parece que se cedió a Chile el manejo de la frontera, ya que son ellos los que se quedaron con la llave del portón”, dijo a LA NACIÓN, el empresario Carlos Messina, tesorero de Aprocam.

“Es impotencia pura, llevamos varios días esperando para poder cruzar y solo observamos largas filas, a paso de hombre, con demoras increíbles. Es todos los años la misma historia”, se quejó un transportista cordobés, también llamado Carlos, entre la resignación y la expectativa de lo que viene en los próximos días. “Habrá que seguir esperando. No queda otra, todo sigue igual”, se lamentó.

“Del lado chileno del túnel hay un portón que, literalmente, se cierra e impide conocer a ciencia cierta qué sucede del otro lado. Las comunicaciones entre los encargados de las coordinaciones son escasas. La duda que siempre tenemos es cuán rápido trabajan para abrir el paso, ya que, si puede hacerse del lado argentino, suponemos que ellos tienen condiciones similares”, comentó en los últimos días Ricardo Squartini, presidente de la menciona entidad, dejando en evidencia una vez más el malestar de todo el sector.

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