"Los gobiernos deben llegar a los ciudadanos a través de todas las plataformas posibles"

Conmoción. Con esa palabra resumió Julián Gallo el estado actual de la industria de la comunicación y su transición (que ya lleva más de 10 años) hacía plataformas digitales.

Pero una conmoción con significado positivo para él, de esas que nos hacen saltar de la silla para advertirnos de que lo que parece un problema es, en realidad, una gran oportunidad de evolucionar hacia otras formas de interacción.

Julián Gallo es un profesional de la comunicación y la comunicación digital, y es el hombre detrás de las estrategias de comunicación en las redes sociales del presidente Mauricio Macri. Desde su puesto de Director de Contenido y Estrategia en Redes Sociales de Presidencia de la Nación, es quien se encarga de delinear la propuesta de comunicación del Presidente en los espacios digitales que posee el gobierno actual.

“Hay que estar en todas las redes, sin importar quién las consuma, porque si no estás, eso está diciendo algo de vos”, sentencia, en relación a algunas críticas que ha recibido el equipo de comunicación respecto al manejo de redes como Snapchat para publicar situaciones cotidianas de Macri y su familia.

"Desde nuestra personalidad digital, nos gusta ver a las personas como personas. Nos molesta ver a personas que se creen más que los otros. Cuando los vemos espontáneos nos sentimos identificados".

“La exposición a la cantidad de información que tienen que comunicar los gobiernos, los pone en una posición en la que deben decidir qué tipo de información priorizar y de qué forma comunicarla”, explica Gallo en relación a sus criterios estratégicos para definir “qué” y “cómo” se dice.

Su charla en el Digital Media Latam 2016 (que se hace hoy y mañana en Buenos Aires, y que reúne a expertos y ejecutivos de medios de todo el continente) comienza explicando cómo nuestra personalidad, esa que conocen nuestros familiares, amigos y compañeros de trabajo, se expande, refina y reformula al subirse a las redes sociales.

Para explicar esto, cita el libro Estigma: La identidad deteriorada, del sociólogo Erving Goffman, un ensayo que demuestra cómo las personas con algún tipo de estigmatización social (invalidez, aspectos estéticos, raza o religión), terminan perdiendo su identidad por esa condena de los supuestos “normales” dentro de una sociedad.

Sobre este concepto Gallo apoya su teoría del “yo digital”, la forma en que interactuamos en las redes sociales y el mundo digital para ser socialmente aceptados.

Pero esto no significa que una persona con el nivel de exposición que tiene un presidente, deba mostrarse distante y diferente a sus ciudadanos, por el contrario, como sucede con el fenómeno del joven Primer Ministro canadiense Justin Trudeau (recién llegado a nuestro país), las redes sociales del gobierno ocupan un rol justamente “social” dentro de la comunicación oficial, donde lo banal o superficial en realidad es lo que busca acercar al presidente a la sociedad. Las comunicaciones oficiales siguen manejándose a través de los canales tradicionales.

Algo que desde un punto de vista superficial pareciera tan lineal y simple de ejecutar, requiere de lineamientos y estrategias, así como conocimientos que pueden abarcar desde el uso de una plataforma hasta el trasfondo social que propone una imagen en Instagram o un tuit. Para eso, desde el aspecto técnico, Julián Gallo explica que la estrategia de redes de Presidencia se basa en tres reglas principales:

1. No usarás tus redes para dar primicias.

2. No usarás tus redes para atacar a otros.

3. Para expandir tu identidad no violarás las leyes 1 y 2.

Estas reglas, inspiradas en las populares leyes de la novela “Yo, Robot” de Isaac Asimov, buscan marcar el camino de la comunicación digital oficial hacia el acercamiento a la sociedad y no el oportunismo que podría tentar a cualquier funcionario, con un arma tan poderosa como un perfil digital con millones de seguidores.

En el marco del Digital Media Latam 2016, Gallo destacó también la importancia de este tipo de eventos para la industria de la comunicación y los gobiernos, ya que todos son conscientes de que están viviendo un momento de conmoción al cual tienen que adaptarse para evolucionar y perdurar, incluso los diarios papel, que con 10 años de transición digital, hoy se sienten más empresas de contenidos que medios de comunicación.