Alemania quiere simplificar el despido de los funcionarios extremistas
Alemania quiere facilitar el despido de los funcionarios considerados "enemigos" de la democracia y estudia endurecer su legislación sobre el uso de armas, anunció el miércoles la ministra del Interior días después del desmantelamiento de una red que planeaba un golpe de Estado.
"No queremos que extremistas pongan en peligro nuestra democracia desde el interior, dentro del propio servicio público", declaró Nancy Faeser.
Hace una semana, la policía desmanteló una célula alimentada por una ideología que no reconocía la República y que se planteaba perpetrar un golpe de Estado. Entre los 25 supuestos complotistas figuran una jueza --exdiputada de Alternativa para Alemania (AfD), de extrema derecha--, así como actuales y antiguos oficiales del Bundeswehr (ejército alemán) y funcionarios de policía.
El gobierno prepara un proyecto de ley para modificar el derecho disciplinar para poder "retirar más rápidamente del servicio público a los enemigos de la Constitución", preconizando decretos más que procesos judiciales, según precisó Faeser.
La ministra socialdemócrata también quiere endurecer la legislación sobre el porte de armas.
"Las armas de guerra semiautomáticas no tienen nada que hacer en manos de personas privadas", afirmó.
Las negociaciones, sin embargo, serán complejas. El ministro de Justicia, el liberal Marco Buschmann, ya dijo que se opondría.
Los supuestos complotistas, liderados por el príncipe Heinrich XIII de Reuss, descendiente de un linaje aristocrático alemán, también habían previsto crear 280 "compañías de protección de la patria" en toda Alemania y ya habían iniciado los preparativos.
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