Ambiente: Drones son aliados de los elefantes y ayudan a protegerlos
También son útiles para estudiar su comportamiento y vida social. Experiencia en Kenia.

Así lo afirma un estudio publicado en la revista Scientific Reports y dirigido por Save the Elephants, una organización sin fines de lucro dedicada a la investigación científica y la conservación de estos animales.
Investigadores dirigidos por Angus Carey-Douglas y Liam Jasperse-Sjolander han demostrado que los drones no son una molestia significativa para los elefantes y que se aclimatan rápidamente a su presencia.
Se realizaron treinta y cinco pruebas con 14 familias de elefantes que viven en las Reservas Nacionales de Samburu y Buffalo Springs, en el norte de Kenia.
En el primer encuentro, la mitad de los grupos mostraron signos de perturbación, pero estas reacciones desaparecieron rápidamente en cuestión de minutos, y en visitas posteriores, la probabilidad de recurrencia fue un 70% menor.
Sin embargo, el pilotaje del dron es crucial para minimizar el estrés de los animales: los vehículos deben volar al menos a 120 metros sobre el suelo, mantenerse a favor del viento y moverse con un movimiento constante y sin sacudidas.
"Esta investigación demuestra el poder de una tecnología nueva y en rápida evolución, que nos permite ahondar aún más en la vida secreta de los elefantes", afirma Fritz Vollrath, de Save the Elephants y la Universidad de Oxford, uno de los autores del estudio.
"Por ejemplo, la cámara térmica a bordo penetra en la oscuridad", añade Vollrath, "lo que permite realizar estudios detallados del comportamiento nocturno".
El análisis estadístico del estudio indicó que un 9,46% de los elefantes mostró comportamientos alterados durante la primera exposición, mientras que en exposiciones repetidas este porcentaje cayó al 3,23%.
Las alteraciones observadas fueron mayoritariamente leves y no se registraron respuestas agresivas. No obstante, Scientific Reports indica que persisten pequeñas variaciones en la actividad, como una reducción en el tiempo de alimentación y un aumento del movimiento mientras el dron permanece en el área.
Esas diferencias obligan a los investigadores a establecer líneas base de comportamiento antes de iniciar el monitoreo.
(ANSA).



