ANSA/ Milei contra la "burocracia" del Mercosur y al lado de Trump contra Maduro
Cumbre del bloque sudamericano empañada por la postergación de la firma con la UE
El presidente argentino, en su discurso, no tuvo matices tenues. Exigió "mayor flexibilidad" en el bloque y afirmó que "el Mercosur nació con una misión clara de promover el comercio, aumentar la prosperidad, integrar mercados y elevar la competitividad de nuestras sociedades, y ninguno de esos objetivos centrales se cumplió", analizó Milei.
Y en dura crítica al Mercosur lanzó: "No hay mercado común, no hay libre circulación efectiva, no hay coordinación macroeconómica, no hay armonización normativa real, no hay incremento significativo del comercio interno, no hay apertura suficiente al mundo, sí hay una burocracia sobredimensionada e ineficaz que se expandió sobre sí misma".
"La región necesita un arancel moderno, simple, competitivo y alineado con las prácticas de los bloques dinámicos del siglo veintiuno. De lo contrario, seguiremos condenados a crecer por debajo del mundo", amplió y planteó el modelo de la "motosierra" en el bloque, "que reduzca el costo económico del Mercosur".
Y remató: "La relación con la Unión Europea es un caso testigo de esa lentitud, porque tras décadas de negociaciones no hemos podido terminar de materializar un acuerdo comercial". "El tiempo de la oportunidad económica es siempre breve y no puede subordinarse a la eternidad de la burocracia y la política", sentenció Milei.
De ese modo, el ultraliberal Milei se diferenció del progresista presidente de Brasil y anfitrión de la cita, Luiz Inácio Lula da Silva, quien instó hoy a la Unión Europea a mostrar valentía y firmar un acuerdo comercial con el bloque sudamericano Mercosur. "Sin voluntad política y valentía por parte de los líderes, no será posible concluir las negociaciones que se han prolongado durante 26 años", declaró Lula en su discurso inaugural de la cumbre.
Lula instó a los socios del Mercosur a mantenerse unidos, enfatizando que el documento está "técnicamente listo" y solo espera la aprobación política de Bruselas. Mientras, sus pares sudamericanos debatían nuevas estrategias para diversificar los mercados hacia Asia, si persiste el impasse con el Viejo Continente.
Milei también se contrapuso a Brasil en la cuestión de Venezuela y la presión política y militar de Washington contra Caracas. Lula da Silva declaró que la acción militar estadounidense en Venezuela desencadenaría una "catástrofe humanitaria". "El continente sudamericano se ve nuevamente atormentado por la presencia militar" de una potencia extranjera, remarcó el brasileño, luego de que en una entrevista con NBC News el jueves pasado, el presidente estadounidense, Donald Trump, afirmara que no descartaba la posibilidad de una guerra con Venezuela.
En el mismo sentido que Lula, el presidente de Uruguay se manifestó en favor de la "restauración del orden institucional y democrático en Venezuela", pero siempre teniendo en cuenta "la integridad territorial de los Estados" y el "respeto a su soberanía", sostuvo Yamandú Orsi en su discurso, que duró poco más de diez minutos.
Milei se paró en una vereda contraria a la de Lula y se alineó con la Casa Blanca. "La Argentina saluda la presión de los Estados Unidos y Donald Trump para liberar al pueblo venezolano. El tiempo de tener un acercamiento tímido en esta materia se ha agotado. Instamos además a todos los demás integrantes del bloque a secundar esta posición y condenar tajantemente a este experimento autoritario", señaló, a la par que reiteró su reclamo por la libertad del gendarme argentino, Nahuel Gallo, quien lleva más de un año detenido en Venezuela.
La cumbre sudamericana se plasmó este sábado luego de que desde Europa no se llegara a un acuerdo para concretar la firma prevista para hoy, justamente en Fox Iguazú, hasta donde iban a viajar la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el titular del Consejo UE, Antonio Costa.
La fecha para sellar el tratado volvió a ser atrasada y aparentemente será el 12 de enero de 2026, con Paraguay como la sede prevista para el encuentro. La decisión llegó desde Bruselas, cuando la UE se vio forzada a postergar la firma por la presión ejercida por Francia e Italia, que bloquearon el consenso interno necesario. (ANSA).



