ANSA/Clima: Fuertes lluvias e inundaciones amenazan viajes navideños en California
Más de 40 millones de personas están bajo alertas por tormentas

Más de 40 millones de personas se encontraban bajo alertas por inundaciones durante la mañana del miércoles, incluyendo la mayor parte de California, sectores de Nevada y una pequeña porción del oeste de Arizona.
Se prevén precipitaciones de entre 2,5 y 4 centímetros por hora, lo que eleva el riesgo de deslizamientos de tierra, flujos de escombros e inundaciones repentinas, especialmente en áreas afectadas por incendios recientes, como las cicatrices de los fuegos Palisades y Eaton.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió una alerta de inundación repentina para Santa Bárbara, donde las autoridades siguen de cerca la evolución del temporal.
Si bien se espera que las lluvias disminuyan durante la noche, un nuevo frente ingresará el jueves, con mayor probabilidad de tormentas fuertes a severas e incluso tornados aislados, según los pronósticos.
En el resto del país, las condiciones serán más favorables para los desplazamientos: el sudeste registrará cielos despejados, una ola de calor inusual avanza sobre el centro del país y el Medio Oeste, el Atlántico medio y el noreste mantendrán tiempo mayormente seco durante la jornada.
Para el día de Navidad, continuarán las lluvias y tormentas en California, mientras que un sistema de rápido desplazamiento afectará al noreste el viernes, dejando acumulaciones de nieve.
En ciudades como Baltimore, Filadelfia y Washington, se espera una combinación de nieve, lluvia y hielo, lo que podría generar complicaciones adicionales en la circulación.
Las autoridades recomendaron a la población extremar precauciones, evitar zonas inundables y mantenerse informada ante posibles cambios en las alertas meteorológicas durante el período festivo.
California atraviesa desde hace semanas una sucesión de sistemas atmosféricos intensos, tras un otoño marcado por incendios forestales que dejaron amplias zonas con el suelo inestable y sin vegetación. Estas condiciones incrementan notablemente el riesgo de aludes de barro e inundaciones repentinas cuando se registran lluvias intensas en cortos períodos. (ANSA).



