ANSA/EEUU: Polémica en Washington por el nuevo nombre del Kennedy Center
Avanzan las obras para sumar el nombre de Trump al emblemático centro cultural

Las obras en la fachada exterior del edificio están prácticamente concluidas, en medio de una ola de críticas que se intensificó en las últimas horas, especialmente desde la familia Kennedy y desde el Partido Demócrata, que cuestionan la legalidad y el sentido simbólico de la medida.
El excongresista Joe Kennedy III, nieto de Robert F. Kennedy, calificó la decisión como "ilegal" y la comparó con un intento de alterar otros monumentos históricos del país. "El Kennedy Center es un monumento viviente a un presidente fallecido. No puede ser renombrado, del mismo modo que no se puede renombrar el Lincoln Memorial", escribió en la red social X.
En la misma línea se expresó Kerry Kennedy, hija de Robert F. Kennedy y hermana del actual secretario de Salud de Estados Unidos, quien acusó a Trump de "reprimir" la libertad artística.
"El presidente Trump y su administración pasaron el último año restringiendo la libertad de expresión, apuntando contra artistas, periodistas y comediantes", afirmó en un mensaje difundido también en X.
Kerry Kennedy contrapuso esa visión con el legado de John F. Kennedy. "El presidente Kennedy defendió con orgullo la justicia, la paz, la igualdad, la dignidad, la diversidad y la compasión hacia quienes sufren. Trump se opone a estos valores y su nombre no debería asociarse al del presidente Kennedy", agregó.
El John F. Kennedy Center for the Performing Arts fue inaugurado en 1971 como un homenaje permanente al presidente asesinado en 1963 y es considerado uno de los principales símbolos culturales de Estados Unidos. La institución alberga conciertos, obras teatrales, óperas y eventos artísticos de relevancia internacional, y su nombre fue concebido originalmente como un tributo institucional y no partidario.
La decisión de modificar su denominación generó un fuerte debate sobre el uso político de espacios culturales y memoriales históricos. Críticos sostienen que la iniciativa rompe con décadas de consenso sobre la preservación simbólica del legado de Kennedy, mientras que defensores de la medida argumentan que se trata de una decisión administrativa del consejo del centro.
Mientras tanto, el debate continúa escalando en el ámbito político y cultural, en un contexto de fuerte polarización en Estados Unidos. (ANSA).



