ANSA/EEUU: Trump monitoreará el viaje de Papá Noel
El Comando Aeroespacial de EE.UU. retomó la tradicional iniciativa navideña nacida en 1955.

Este año, según informaron fuentes oficiales, participará del evento también el presidente Donald Trump, quien seguirá de manera simbólica el operativo de seguimiento.
La iniciativa, conocida como NORAD Tracks Santa, nació de manera accidental en 1955, en plena Guerra Fría. Ese año, un aviso publicado en un diario del estado de Colorado invitaba a los niños a llamar por teléfono para hablar con Papá Noel, pero por un error tipográfico el número correspondía a la línea directa del centro de comando del Norad.
El entonces director de operaciones, el coronel Harry Shoup, atendió una de las llamadas y, al darse cuenta de que se trataba de un niño que buscaba a Santa, decidió no desilusionarlo y le proporcionó información sobre su supuesto viaje.
El gesto dio origen a una tradición que se mantiene ininterrumpidamente desde entonces.
Con el paso de las décadas, el operativo evolucionó y hoy incluye el uso de radares, satélites, sensores infrarrojos y aviones interceptores —presentados de manera lúdica— para "detectar" el desplazamiento del trineo de Papá Noel desde el Polo Norte hacia distintos puntos del planeta.
El seguimiento se difunde a través del sitio oficial noradsanta.org, que ofrece un mapa interactivo en 3D, videos, juegos y un contador en tiempo real de los regalos entregados.
El Norad, un comando conjunto de Estados Unidos y Canadá encargado de la vigilancia aeroespacial del continente norteamericano, destaca que la iniciativa busca también acercar a las Fuerzas Armadas a la sociedad y despertar el interés de los más jóvenes por la ciencia, la tecnología y la cooperación internacional.
Según datos oficiales, el año pasado la plataforma digital registró 20,6 millones de visitas en todo el mundo, mientras que el número telefónico gratuito habilitado para la ocasión recibió más de 400.000 llamadas, atendidas por voluntarios militares y civiles que brindan información en distintos idiomas.
La participación de Trump este año añade un componente político-simbólico a una tradición históricamente apartidaria, que suele ser utilizada por las administraciones estadounidenses como un gesto distendido en medio del cierre del año y de la intensa agenda política.
Así, una iniciativa nacida de un error tipográfico hace casi siete décadas vuelve a repetirse, reafirmando su lugar como uno de los rituales navideños más singulares y seguidos a nivel global, en el que la tecnología militar se pone, por una noche, al servicio de la fantasía. (ANSA).



