ANSA/Israel: iPhone en Gaza expone paradoja entre bienes de lujo y escasez humanitaria
Teléfonos de alta gama conviven con alimentos y medicinas insuficientes
La escena resulta surrealista. Palestinos desplazados por los bombardeos, desnutridos, enfermos y sin empleo en una economía devastada observan —y en algunos casos compran— dispositivos cuyo precio puede alcanzar los 5.000 shékels (unos 1.500 dólares), mientras que los modelos más caros superan los 2.300 dólares, hasta diez veces más que en otros mercados, según clientes y comerciantes locales.
La presencia de bienes de lujo contrasta con la escasez persistente de alimentos, medicamentos y refugios, una paradoja que genera frustración tanto entre la población local como entre trabajadores humanitarios. Expertos señalan que los controles fronterizos de Israel suelen facilitar el ingreso de mercancías comerciales por encima de la ayuda humanitaria, incluso durante el frágil alto el fuego con Hamas.
"Ni siquiera podemos pagar la comida, ¿cómo se supone que vamos a pagar los teléfonos?", se preguntó Samir Kamal Awad Abou Dakaa, un ex obrero de la construcción de 52 años y padre de cinco hijos. Su familia vive en un campamento de tiendas en Khan Younis, donde los niños reciben clases improvisadas y dependen de comedores comunitarios, en lo que describe como una vida "más allá de difícil".
Los comerciantes locales aseguran que los iPhone han "inundado" el mercado, mientras que los suministros básicos siguen entrando de manera limitada. Para Mona Jebril, investigadora de la Universidad de Cambridge que vivió más de dos décadas en Gaza, el fenómeno no es nuevo: "Antes de la guerra ya había autos y teléfonos caros, pero la devastación actual y las restricciones adicionales hacen que esta paradoja sea hoy mucho más visible".
El contraste se produce en medio de un alto el fuego frágil, mientras el plan de paz impulsado por el presidente estadounidense Donald Trump continúa formalmente vigente, aunque con ataques aéreos israelíes recurrentes. Según Naciones Unidas, casi toda la población de Gaza —unos dos millones de personas— ha sido desplazada, el 80% de los edificios está destruido o dañado y solo en octubre 9.000 niños fueron hospitalizados por desnutrición.
Durante el primer mes del alto el fuego ingresaron 65.000 palés de ayuda, el doble que en las cuatro semanas anteriores, informó la ONU. Sin embargo, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) denunció que equipos esenciales —como carretillas elevadoras, unidades de almacenamiento móvil, suministros médicos, paquetes de alimentos e iluminación solar— siguen siendo bloqueados o demorados sistemáticamente.
Un análisis reciente de cifras oficiales israelíes reveló además un déficit en las entregas: aunque Israel aceptó permitir el ingreso de 600 camiones diarios, el promedio real fue de 459, una brecha que, según analistas, ayuda a explicar por qué los bienes de lujo llegan con mayor facilidad que la ayuda vital.
El organismo israelí COGAT se negó a comentar sobre la venta de teléfonos móviles en Gaza, pero aseguró en un comunicado que Israel está "totalmente comprometido" con facilitar la entrada de ayuda humanitaria conforme al acuerdo vigente. También rechazó un informe reciente de UNICEF que denunciaba restricciones a insumos para bebés, calificándolo de "completamente infundado". (ANSA).



