ANSA/Sociedad: Una jornada dedicada a la dieta mediterránea
Doble reconocimiento para Italia tras la distinción de la Unesco a la cocina nacional

Se trata de otro importante reconocimiento para Italia, que promovió su creación junto a un grupo de países del área mediterránea, a pocos días de la inscripción de la Cocina italiana en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.
La noticia fue anunciada por el viceprimer ministro y canciller Antonio Tajani en X: "La Dieta Mediterránea es expresión de nuestra identidad y de nuestra cadena productiva.
Un gran agradecimiento a todos los Estados miembros que quisieron apoyar la resolución promovida por Italia junto a un grupo de países mediterráneos".
En apoyo a esta iniciativa, explicó la ONU, se sumaron a Italia 35 países co-patrocinadores (con Chipre, Croacia, Francia, Grecia, Líbano, Marruecos, Portugal, San Marino, España y Túnez como co-facilitadores), a los que se añadieron en el pleno otros 12 países, entre ellos Egipto, Israel, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Malí, Burundi, Congo, Yibuti y Palestina.
La FAO celebró el reconocimiento, al considerar que ofrece una oportunidad para subrayar que las dietas territoriales "pueden aportar beneficios potenciales para la salud humana y la sostenibilidad, así como oportunidades para afrontar desafíos como las pérdidas y el desperdicio de alimentos y el creciente problema de la obesidad".
Para Coldiretti y Filiera Italia, se alcanzó "un resultado histórico" y se dio "un paso importante en la lucha contra la difusión de alimentos ultraprocesados, promoviendo la comida sana y natural como modelo de consumo y de prevención de enfermedades".
Desde hace más de 2.000 años, la dieta mediterránea representa un conjunto único de conocimientos y tradiciones que abarcan desde la agricultura, la pesca y la ganadería, hasta la conservación de los alimentos y la preparación de recetas.
Presenta múltiples variantes regionales, pero comparte los mismos principios fundamentales: destaca el consumo de frutas y verduras frescas, prioriza cereales integrales, frutos secos, legumbres y aceite de oliva; contempla un consumo moderado de pescado, aves, lácteos, carne y huevos, y limita los dulces.
Los beneficios para la salud son conocidos desde hace décadas gracias a las investigaciones pioneras de Ancel Keys, quien en los años sesenta documentó sus efectos positivos contra las cardiopatías, además de una menor incidencia de diabetes, algunos tipos de cáncer y depresión.
Sin embargo, advierte la FAO, este patrimonio se está debilitando "a causa de la globalización, la urbanización y los nuevos modelos de consumo y estilos de vida". Hoy, muchos países de la cuenca mediterránea enfrentan tasas de sobrepeso y obesidad, tanto infantil como adulta, superiores al promedio.
La tendencia también es negativa en Italia: menos de uno de cada cinco italianos sigue hoy la tradición alimentaria mediterránea, según un informe del Observatorio Nacional sobre la Salud como Bien Común (con sede en la Universidad Católica de Roma). Además, los italianos muestran una mayor propensión al consumo de alcohol y dificultades para abandonar el tabaco.
(ANSA).



