ANSA/Ucrania: "La pelota está del lado de nuestros oponentes", Putin
En negociaciones de paz y advirtió que tropas seguirán avanzando.

Putin habló durante su conferencia de prensa anual de fin de año —un clásico de sus 25 años en el poder—, en la que aseguró a los rusos que Moscú está decidido a seguir adelante en Ucrania, con un tono confiado.
El mandatario, de 73 años, ha reiterado en las últimas semanas que Rusia tomará por la fuerza el resto del territorio ucraniano que ha proclamado como propio si las negociaciones fracasan.
El líder del Kremlin también dijo que no se siente personalmente responsable por las decenas de miles de personas muertas desde que Moscú lanzó su ofensiva en 2022, el conflicto más grave en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
"No iniciamos esta guerra", afirmó, repitiendo una narrativa habitual del Kremlin. "No nos consideramos responsables por la pérdida de vidas".
Putin ordenó la invasión en febrero de 2022, enviando tropas y tanques hacia Kiev con el objetivo de derrocar al presidente ucraniano, Volodímir Zelensky. También negó haber dilatado las conversaciones de paz o rechazado propuestas, y aseguró, sin dar detalles, que había aceptado "algunos compromisos".
"La pelota está ahora plena y completamente del lado de nuestros oponentes occidentales… en primer lugar, del jefe del régimen de Kiev y de sus patrocinadores europeos", dijo Putin, que describió a Zelensky como "un actor de talento".
Además, advirtió de consecuencias "graves" si los países de la UE avanzan en propuestas para utilizar activos rusos congelados en Europa para financiar la recuperación y la defensa de Ucrania, después de que Bruselas no lograra aprobar un plan en negociaciones nocturnas.
Putin sostuvo que los recientes avances rusos en Ucrania deberían obligar a Kiev a aceptar un acuerdo. Al enumerar una serie de ciudades y localidades del este de Ucrania que el ejército ruso tiene ahora en la mira, el jefe del Kremlin aseguró que Moscú tomará más asentamientos antes de fin de año.
"Nuestras tropas avanzan a lo largo de toda la línea de contacto", afirmó. "Estoy seguro de que antes de que termine este año todavía veremos nuevos éxitos", añadió. Según el Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en Estados Unidos, el ejército ruso registró en noviembre su mayor avance en Ucrania en un año.
En un mensaje dirigido a Occidente, Putin dijo que Rusia no atacará a otros países —siempre que sea tratada "con respeto"—, sin precisar a qué se refería. Mientras hablaba, Zelensky advertía desde Varsovia que Rusia iría por Polonia si Ucrania cae.
El evento televisado, que se prolongó durante horas y combinó preguntas de la prensa con llamadas desde las 12 zonas horarias de Rusia, es una cita fija del calendario político ruso y suele generar una intensa cobertura mediática en las semanas previas.
El Kremlin afirmó que casi tres millones de personas enviaron preguntas a Putin y que la seguridad en Moscú fue reforzada durante el acto.
Putin abordó temas que fueron desde la geopolítica hasta problemas de desarrollo regional, y prometió intervenir para resolver casos de ciudadanos atrapados en la burocracia local.
En materia económica, minimizó los costos de la guerra para Moscú. Rusia vive bajo duras sanciones occidentales desde hace casi cuatro años, mientras que el aumento del gasto militar ha presionado las finanzas públicas y la estabilidad de precios.
El presidente reconoció que el poder adquisitivo de las familias rusas se ha visto afectado, pero prometió "hacer todo lo posible para que la economía rusa, la macroeconomía, sea sana y fuerte, y tenga una base sólida". El banco central ruso informó el viernes que recortó su tasa de interés de referencia al 16%, en un contexto de desaceleración del crecimiento.
Putin también afirmó que los rusos siguen inscribiéndose en masa para combatir en Ucrania, con alrededor de 400.000 nuevos alistamientos este año. En 2022, cientos de miles de rusos huyeron del país tras el anuncio de una movilización para sostener la ofensiva.
Las críticas a la ofensiva en Ucrania están prohibidas en Rusia bajo la censura de guerra, y Moscú ha castigado a miles de ciudadanos por pronunciarse en contra, con multas o penas de prisión, en una represión inédita desde los tiempos soviéticos.
Sin embargo, Putin rechazó que expresar un punto de vista alternativo al del Kremlin sea peligroso en Rusia. "No tenemos represión", sostuvo.
Todos los principales opositores políticos de Putin se encuentran en el exilio, en prisión o muertos. (ANSA).



