ANSA/Ucrania: Perspectivas para uso de los activos, "dinero ahora o sangre después"
Zelensky: "Corremos mayor riesgo". Merz dispuesto a usar activos congelados en Alemania
La propuesta de la Comisión Europea sobre el uso de los activos rusos —gracias a un complicadísimo sistema legislativo que formalmente evita la confiscación, pero que en la práctica destina 210.000 millones de euros de Moscú para apoyar a Ucrania—, a su parecer, no garantizaría suficientemente a Bélgica frente a posibles controversias.
"Necesitamos un paracaídas y si se nos pide saltar, saltaremos todos juntos", declaró en el Parlamento antes de la cumbre. Pero la gran mayoría de sus líderes pares ya decidieron: hay que seguir adelante. "O dinero hoy o sangre mañana", sintetiza con un tono sombrío el primer ministro polaco Donald Tusk. "Y no hablo solo de Ucrania, hablo de la UE".
Las verdaderas negociaciones comienzan en ese momento preciso. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, decidió participar en persona en el Consejo Europeo más importante del año, precisamente para mirar de frente, uno a uno, a sus colegas. Y para una conversación cara a cara con De Wever.
"Entendemos su posición, pero nosotros enfrentamos riesgos más grandes: la decisión debe tomarse antes de fin de año", afirmó en conferencia de prensa.
En el borrador de conclusiones dedicado a la propuesta del ejecutivo de la UE, separado del texto principal, ya que no será adoptado por unanimidad, una serie de artículos intenta dar respuestas a cada preocupación. No es solo Bélgica la que tiene dudas. Hay una garantía de que las garantías requeridas a cada país para cubrir la liquidez necesaria (una especie de fianza) "no se contabilizará en la deuda pública" (tema importante para Italia y Francia).
Pero sobre todo hay un pasaje en el que se asegura, por escrito, que la Unión Europea "actuará en plena solidaridad con los Estados miembros y las instituciones financieras de la UE afectados en el contexto del préstamo de reparación".
Es el paracaídas invocado por De Wever. ¨Será suficiente?.
El belga había pedido garantías de riesgos "ilimitados en el tiempo y en el monto". Pero más de lo que se ofreció, subrayaron varias fuentes europeas, es realmente imposible pedir y dar.
Por supuesto, en el trasfondo siempre está la cuestión subyacente del plan B.
Es decir, otra solución para proporcionar a Kiev los fondos, esenciales para continuar la guerra (como un préstamo puente hasta que entre en vigor el nuevo presupuesto europeo, sugerido por Italia).
Sin embargo, un funcionario señaló que el veto de Hungría ata las manos de todos y quien, hoy, aún habla de medidas alternativas, de hecho está "saboteando" el acuerdo.
Zelensky ha expresado claramente su preferencia por los préstamos de reparación porque también tendría la ventaja de enviar un mensaje al Kremlin: está destruyendo Ucrania y es "culpable".
Para superar el estancamiento, la Comisión y Bélgica han trabajado frenéticamente para revisar el borrador y llevar a la mesa de líderes un nuevo texto para la discusión decisiva.
La cumbre representa un punto de inflexión, dadas las dinámicas internas de los 27, fragmentos de intercambios, susurros y a veces amenazas veladas (ganar en una mesa puede significar perder en otra, por ejemplo, donde se negociará el presupuesto comunitario).
El canciller alemán, Friedrich Merz, no retrocedió ni un milímetro: "Se conoce mi posición, quiero que se utilicen los activos rusos", dijo, anunciando que Berlín está listo para "usar los bienes rusos en Alemania para Kiev".
Es fundamental recordar que el uso del artículo 122 de los Tratados confiere a la mayoría calificada el voto en el Consejo de la UE, donde se aprobarán materialmente los textos legislativos y, en la víspera, incluso hubo quien amenazó con aprobar la propuesta a pesar de la oposición de Bélgica, de hecho, la opción nuclear.
Es cierto que la abolición de los vetos en materia de política exterior, a menudo invocada, deberá comenzar en algún lugar. En cierto sentido, la cumbre sobre los activos rusos podría acercarse a ello.
El otro escenario, el no insuperable de Bélgica (quizás bien visto por otros socios escépticos), obligaría a una maratón negociadora para poner un parche en el agujero.
De Wever, el exalcalde de Amberes y líder del partido autonomista de Flandes N-VA, está bajo una presión inmensa, como quizás nunca antes un primer ministro belga. Confesó haber sido amenazado "personalmente" por el Kremlin y en una dramática conferencia de prensa al final de la cumbre de la UE en octubre incluso evocó represalias "mortales" por parte de los rusos.
Como frutilla del postre, incluso Estados Unidos comenzó a tener interés en los 185.000 millones bloqueados en Euroclear, en clave de negociaciones de paz. Y la firma final, al fin y al cabo, la debe poner él. (ANSA).



