ANSA/Venezuela: EE.UU. acusa por terrorismo a presunto líder del Tren de Aragua
El sospechoso enfrenta cargos federales en NY por crimen organizado y continúa prófugo
Según informó el Departamento de Justicia, el acusado —cuya identidad no fue revelada oficialmente— enfrenta cargos por conspiración, crimen organizado y apoyo material a actividades terroristas. Las autoridades indicaron que el sospechoso continúa prófugo y es intensamente buscado por fuerzas federales.
El caso fue presentado ante un tribunal federal de Nueva York y se enmarca en una ofensiva más amplia del gobierno estadounidense contra redes criminales transnacionales, en un contexto de endurecimiento de las políticas de seguridad y migración impulsadas por la administración del presidente Donald Trump.
De acuerdo con la acusación, el Tren de Aragua opera como una estructura criminal altamente organizada, involucrada en tráfico de drogas, extorsión, secuestros, trata de personas y lavado de dinero, y mantiene vínculos con otras organizaciones delictivas en la región. Funcionarios estadounidenses sostienen que la banda representa una amenaza directa para la seguridad pública.
El Departamento de Justicia destacó que esta es una de las primeras veces que se aplican cargos de terrorismo contra integrantes de una organización criminal latinoamericana en Estados Unidos, una calificación que amplía las herramientas legales disponibles para su persecución y permite sanciones más severas.
Originado en una cárcel del estado venezolano de Aragua, el Tren de Aragua se transformó en los últimos años en una red criminal transnacional con presencia en varios países de América Latina y en ciudades estadounidenses. Las autoridades estadounidenses vinculan su expansión al aumento de los flujos migratorios irregulares y a la consolidación de redes de crimen organizado que operan a ambos lados de la frontera.
El anuncio se produce mientras la administración Trump refuerza su discurso contra el crimen transnacional y la inmigración irregular, y busca enviar una señal de mano dura frente a organizaciones que considera una amenaza a la seguridad nacional.
Desde su llegada al poder, Donald Trump colocó la lucha contra el narcotráfico como uno de los pilares de su agenda de seguridad nacional, vinculándola de manera directa con el control migratorio y el combate al crimen organizado transnacional.
Su administración reforzó operativos federales, amplió el uso de sanciones económicas y promovió una estrategia de "mano dura" que incluye cargos más severos, cooperación con fuerzas de seguridad regionales y una retórica que presenta al narcotráfico como una amenaza directa a la seguridad interna de Estados Unidos.
Este enfoque busca desarticular redes criminales antes de que operen en territorio estadounidense y enviar una señal de disuasión tanto a organizaciones delictivas como a gobiernos considerados permisivos. (ANSA).



