ANSA/Venezuela: El impacto económico del buque incautado
Caso del buque Skipper podría representar onda expansiva para Venezuela

El buque Skipper, según la versión de Washington, es parte de la denominada "flota fantasma" utilizada para eludir las sanciones internacionales, y se le confiscó por su historial de transporte de crudo sancionado (anteriormente iraní y en esta ocasión venezolano), operando bajo una falsa bandera.
Esta sola acción le habría generado pérdidas a Caracas de entre US$50.000.000 y US$100.000.000, pero la incautación a ojos de analistas ha sido también un mensaje que el volátil mercado petrolero parece haber captado.
El riesgo de nuevas incautaciones está forzando a Venezuela a vender su crudo con mayores descuentos, reduciendo aún más los ingresos por barril. El precio del petróleo venezolano ya había caído 29% entre enero y noviembre, antes del suceso de la semana pasada.
Tras el caso del buque fantasma, la petrolera estadounidense Chevron, clave en el flujo hacia refinerías de EE. UU., ya ha reportado una "reducción en el precio" del crudo venezolano que adquiere, según reportes especializados citados por Bitácora Económica.
Chevron cuenta con una licencia especial de la administración Trump para seguir produciendo dentro de Venezuela, pese a las sanciones, pero sin permiso de otorgarle dinero fresco a Caracas.
Otro portal, Banca y Negocios, por su parte, da cuenta del impacto en la logística marítima petrolera.
Datos de seguimiento marítimo indican que al menos un buque cisterna y otros cargueros, con ruta programada a Venezuela, parecen haber regresado a sus puertos de origen, tras conocerse la incautación, ampliamente difundida por la Casa Blanca.
La caída en el flujo de exportaciones y la rebaja forzada de precios proyectan un impacto negativo severo sobre el negocio petrolero venezolano, la principal fuente de financiamiento del gasto público y de importación de bienes esenciales para la nación.
Hasta ahora el gobierno de Nicolás Maduro no ha abordado esta arista, sobre el impacto de la incautación, más allá de denunciar públicamente a la Casa Blanca por un "acto de piratería".
Analistas advierten que esta ofensiva busca paralizar las exportaciones de Petróleos de Venezuela (PDVSA), la principal empresa del sector y de carácter oficial, dentro del marco de la presión que ejerce Trump para provocar un cambio de régimen.
Justamente este lunes PDVSA denunció haber sido objeto de un ciberataque y responsabilizó a Washington. (ANSA).



