Atletismo: Duplantis celebró el cierre de un año histórico

"El mejor amigo de mi padre es siciliano y empezó a llamarme 'Mondo' cuando tenía cuatro años, como apodo para Armando". Sé que significa mundo en italiano y me gusta mucho. Refleja mi personalidad", afirmó Duplantis al diario español El País.
Nacido en 1999 en Lafayette, de padre estadounidense —Greg, también saltador con pértiga—, eligió competir para Suecia, el país de su madre Helena.
En septiembre pasado, en ocasión del Mundial de Atletismo celebrado en Tokio, ganó su tercera medalla de oro y registró el icónico salto de 6,30 metros, con el que estableció el decimocuarto récord de la disciplina, que ostentaba desde 2020, cuando se elevó a 6,17 metros.
Duplantis salta desde los 6 años, y desde entonces su objetivo ha sido ser el mejor, pero también superar el listón que le había impuesto su padre.
"Sí, diría que ambas cosas. Tenía grandes sueños y aspiraciones, y quería ser el mejor de la historia. Pero también era una competencia interna conmigo mismo", relató Duplantis, quien también refirió su combate contra el miedo, que es "lo que separa a los buenos saltadores de los grandes".
"Es ese componente de miedo y fortaleza mental. Tengo un gran control sobre eso, pero creo que, en mi mente, lo que realmente me distingue de los demás es el hecho de que mantengo el equilibrio y estoy en sintonía con quién soy y quién no soy", explicó.
"Tienes que acostumbrarte porque el deporte siempre encuentra la manera de destruirte. El ego puede ser letal. Tienes que aceptar lo difícil que es darlo todo día tras día, ser constante y mantenerte en la cima", añadió Duplantis.
"Sé lo difícil que es y lo rápido que pueden cambiar las cosas, así que intento mantenerme concentrado, entender qué me hace bueno y cultivarlo siempre. Nunca dejes que tu ego te haga pensar que el deporte es fácil, porque nunca lo es. Y por eso siempre debes tener una actitud humilde y modesta", resaltó el sueco.
A sus 26 años, Duplantis siente que puede ser aún más rápido, más fuerte y más hábil: "Lo creo, así que seguiré mejorando y dando grandes pasos. Sí, tengo mucha confianza, el límite está donde yo lo pongo", enfatizó.
Duplantis también respondió al avance de sus récords de a centímetros, lo cual sus críticos atribuyen a una justificación económica.
"Cada vez que rompo un récord, recibo una bonificación. Es cierto, sí. Es un factor que influye, pero no el único", aclaró.
"Batir un récord es un momento único que puedo regalar al público, compartir con todos. Y cuando lo hago, a la gente no le importa si es por un centímetro o por diez... Simplemente quieren ver algo nunca visto", subrayó.
"Además, cuando rompo un récord, es la primera vez que hago esos movimientos, la primera vez que me paro frente a esa barra.
Nunca pratico para récords en los entrenamientos, donde el máximo que salto es unos 20 centímetros menos. En los entrenamientos, no se puede saltar tan alto como en la competición porque falta la energía del público, que es lo que me da la velocidad necesaria", completó Duplantis. (ANSA).



