BCE mantiene las tasas, pero advierte por incertidumbre
Inestabilidad geopolítica complica proyecciones.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, advirtió que la inestabilidad en las fronteras de Europa y el impacto de las tensiones comerciales hacen imposible ofrecer orientaciones sobre los próximos pasos.
"Una cosa que prácticamente no ha cambiado y que, si acaso, puede haber empeorado es la incertidumbre", afirmó en la conferencia de prensa en la que presentó la decisión sobre las tasas y las revisiones al alza de las previsiones de crecimiento.
"Con el grado de incertidumbre al que nos enfrentamos, simplemente no podemos dar forward guidance", remarcó.
El BCE elevó levemente sus previsiones de crecimiento para los 20 países que comparten el euro: estima ahora una expansión del 1,2% en 2026 y del 1,4% en 2027, frente al 1,0% y 1,3% proyectados en septiembre.
Al referirse a estas revisiones, Lagarde señaló que el equipo técnico espera un mayor crecimiento en el bloque, en parte impulsado por un aumento de la inversión vinculado al desarrollo de la inteligencia artificial.
"Creemos que se está produciendo un cambio en nuestras economías", dijo, citando encuestas empresariales. "Tanto las grandes corporaciones como las pymes, según los datos y relevamientos que realizamos, están invirtiendo en gran medida por el avance de la IA".
Los inversores siguieron de cerca las nuevas proyecciones de crecimiento e inflación, consideradas por algunos como un termómetro de la postura del BCE ante posibles movimientos futuros de tasas.
La integrante del Consejo de Gobierno Isabel Schnabel —vista como una de las voces más duras frente a la inflación— generó revuelo a comienzos de mes al decir a Bloomberg que se sentía "bastante cómoda" con que los mercados empezaran a descontar subas de tasas, alimentando expectativas de un posible giro restrictivo.
Consultada sobre esos comentarios, Lagarde sostuvo que, en un contexto de mayor incertidumbre global, "hubo acuerdo unánime alrededor de la mesa en que todas las opciones deben permanecer abiertas".
Tras una serie de recortes a lo largo de un año, el banco central de la eurozona mantiene desde julio su tasa de depósitos clave en el 2%, a diferencia de la Reserva Federal de Estados Unidos y del Banco de Inglaterra, que recientemente avanzaron con bajas ante señales de enfriamiento económico.
La inflación en la zona euro se ha estabilizado en torno al objetivo del 2% del BCE en los últimos meses y Europa ha resistido mejor de lo previsto la ofensiva arancelaria del presidente estadounidense Donald Trump, lo que redujo la presión para un ajuste inmediato de tasas.
Si bien el BCE mejoró sus previsiones de crecimiento e inflación para el próximo año, sigue estimando que la inflación se ubicará cerca, pero ligeramente por debajo, del objetivo tanto en 2026 como en 2027.
Analistas coinciden en que hay pocos elementos que empujen al BCE a mover las tasas en el corto plazo, aunque discrepan sobre el panorama de más largo plazo. (ANSA).



