China: Pekín rodea Taiwán en ejercitación militar
Despliegue récord de buques y aviones. "Intimidación", dice Taipei.

Se trata de una operación de simulación bélica realizada con munición real y definida como "justificada" y "necesaria" para "salvaguardar" la unidad nacional china, además de constituir una advertencia a las "fuerzas externas" que respaldan a Taiwán.
Según la lectura de diversos analistas, el mensaje está dirigido de manera implícita, ante todo, a Estados Unidos.
En los ejercicios más recientes, bautizados "Justice Mission 2025", se desplegaron especialmente medios navales, cazas, lanzamisiles y aeronaves no tripuladas (UAV).
"Distintas ramas de las fuerzas armadas llevan a cabo ataques conjuntos para poner a prueba su capacidad de acción coordinada", afirmó el portavoz militar, el coronel Shi Yi.
Las autoridades de Taipéi condenaron las maniobras, calificándolas de "provocaciones irracionales" y "actos de intimidación" que "desestabilizan la paz regional".
Sin escatimar una retórica abiertamente agresiva, China puso en marcha estas pruebas militares de fin de año poco después de anunciarlas. Según explicó Shi Yi, los objetivos declarados de la operación eran entrenar la "preparación para el combate aire-mar" y la "conquista de la superioridad general" frente al adversario taiwanés, así como simular el "bloqueo de puertos y zonas clave".
Taipéi informó, por su parte, haber detectado 89 aeronaves militares chinas y 28 embarcaciones en las cercanías de la isla, y señaló que sus fuerzas armadas fueron colocadas en "alto estado de alerta". Además, advirtió que más de 100.000 pasajeros podrían verse afectados por interrupciones en los vuelos debido a las operaciones militares de Pekín.
Estos ejercicios son los primeros de este tipo en los últimos ocho meses y los de mayor envergadura en cuatro años. Al igual que en agosto de 2022 —cuando se llevaron a cabo tras una visita a Taiwán de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi—, las maniobras chinas responden a una decisión de Washington: en este caso, la aprobación de una venta de armas a Taipéi por US$11.000 millones.
"Cualquier plan siniestro para obstaculizar la reunificación de China está destinado al fracaso", advirtió Pekín mientras el rugido de sus cazas se hacía sentir en las inmediaciones de Taiwán.
En los últimos meses, China también ha mantenido fuertes tensiones con Japón, después de que la primera ministra Sanae Takaichi señalara que el uso de la fuerza por parte de Pekín contra Taiwán podría justificar una respuesta militar de Tokio.
(ANSA).



