CICR denuncia deterioro "considerable" de la situación humanitaria en Colombia

La situación humanitaria en Colombia se deterioró "de forma considerable" en los primeros cinco meses de 2024, debido a la intensificación del conflicto en varias regiones del país, denunció este miércoles el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Casi todas las cifras de violencia aumentaron entre enero y mayo, incluidas las víctimas de artefactos explosivos (+35%), los desplazamientos masivos (+49%) y los confinamientos (+101%), alertó el jefe de la delegación local del CICR, Lorenzo Caraffi, en una rueda de prensa.
"Estos indicadores han cambiado muy notablemente y muestran que la situación humanitaria sigue deteriorándose de forma considerable" con "efectos devastadores en ciertas zonas rurales y urbanas" para las comunidades, subrayó.
El número de afectados por el uso de artefactos explosivos, como minas antipersona y otras bombas de fabricación artesanal, creció hasta 194 víctimas (18 de ellas mortales) en 43 municipios del país, incluidas zonas en donde no se habían registrado casos.
Según las cifras del CICR, el 69% de ellas corresponde a civiles, el porcentaje más alto en seis años.
Durante estos cinco meses, además, 26.753 personas sufrieron desplazamientos masivos y 31.832 tuvieron que confinarse por las acciones violentas, precisó el organismo internacional.
El CICR documentó 78 casos de desapariciones y registró 116 actos de violencia contra personal sanitario.
"Los indicadores de las distintas problemáticas muestran la compleja realidad que afrontan las comunidades de distintos territorios. Sin embargo, las cifras no alcanzan a reflejar el temor, la incertidumbre y el sufrimiento que experimentan miles de personas", asegura el informe.
De acuerdo con su clasificación jurídica basada en el derecho internacional humanitario, el CICR, actor principal e histórico de la ayuda humanitaria en Colombia, da cuenta de ocho conflictos armados activos en el país suramericano, que lucha por salir de seis décadas de violencia interna.
La firma del histórico acuerdo de paz en 2016 con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en ese momento la principal guerrilla de América, permitió una reducción notoria de las consecuencias del conflicto.
Sin embargo, otros grupos armados han seguido operando en varias regiones aprovechando la ausencia estatal, incluidas varias facciones disidentes de las FARC que rechazan el pacto de paz, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), paramilitares y bandas implicadas en el narcotráfico.
Gustavo Petro, el primer presidente izquierdista de Colombia, abrió negociaciones con la mayoría de esas agrupaciones, sin resultados concretos hasta la fecha.
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