Ciencia. Detectan una explosión nunca antes vista en un agujero negro supermasivo
Ciencia. Detectan una explosión nunca antes vista en un agujero negro supermasivo

MADRID, 9 Dic. 2025 (Europa Press) -
Los telescopios espaciales de rayos X XMM-Newton y XRISM han detectado una explosión nunca antes vista proveniente de un agujero negro supermasivo, según ha informado la Agencia Espacial Europea (ESA).
En cuestión de horas, el monstruo gravitacional generó poderosos vientos, expulsando material al espacio a velocidades vertiginosas de 60.000 kilómetros por segundo.
El gigantesco agujero negro se esconde en NGC 3783, una hermosa galaxia espiral fotografiada recientemente por el Telescopio Espacial Hubble de la NASA/ESA.
Los astrónomos detectaron una brillante llamarada de rayos X que surgió del agujero negro antes de desvanecerse rápidamente. Al desvanecerse, surgieron vientos rápidos, a una quinta parte de la velocidad de la luz.
"Nunca antes habíamos observado un agujero negro generar vientos con tanta rapidez", afirma el investigador principal, Liyi Gu, de la Organización de Investigación Espacial de los Países Bajos (SRON), destacando que, por primera vez, han visto "cómo una rápida ráfaga de rayos X procedente de un agujero negro desencadena inmediatamente vientos ultrarrápidos, que se forman en un solo día".
Para estudiar NGC 3783 y su agujero negro, Gu y sus colegas utilizaron simultáneamente el XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea y la Misión de Imágenes y Espectroscopía de Rayos X (XRISM), una misión liderada por JAXA con participación de la ESA y la NASA.
El agujero negro en cuestión tiene una masa equivalente a 30 millones de soles. Al alimentarse de material cercano, alimenta una región extremadamente brillante y activa en el corazón de la galaxia espiral. Esta región, conocida como Núcleo Galáctico Activo (AGN), resplandece con todo tipo de luz y emite potentes chorros y vientos hacia el cosmos.
"Los AGN son regiones realmente fascinantes e intensas, y objetivos clave tanto para XMM-Newton como para XRISM", añade Matteo Guainazzi, científico del proyecto XRISM de la ESA y coautor del descubrimiento.
El experto explica que los vientos alrededor de este agujero negro "parecen haberse creado cuando el enredado campo magnético del AGN se 'desenroscó' repentinamente, de forma similar a las erupciones que surgen del Sol, pero en una escala casi demasiado grande para imaginarla".
Los vientos del agujero negro se asemejan a grandes erupciones solares de material, conocidas como eyecciones de masa coronal, que se forman cuando el Sol expulsa corrientes de material sobrecalentado al espacio. De esta manera, el estudio demuestra que los agujeros negros supermasivos a veces actúan como nuestra propia estrella, lo que hace que estos misteriosos objetos parezcan menos extraños.
De hecho, el 11 de noviembre se detectó en el Sol una eyección de masa coronal tras una llamarada intensa, con vientos asociados a este evento expulsados a velocidades iniciales de 1.500 kilómetros por segundo.
"Los AGN ventosos también juegan un papel importante en cómo sus galaxias anfitrionas evolucionan a lo largo del tiempo y cómo forman nuevas estrellas", agrega Camille Diez, miembro del equipo e investigador de la ESA, que añade que, debido a su gran influencia, "conocer más sobre el magnetismo de los AGN y cómo generan vientos como estos es clave para comprender la historia de las galaxias en todo el universo".
XMM-Newton ha sido un explorador pionero del Universo caliente y extremo durante más de 25 años, mientras que XRISM ha estado trabajando para responder preguntas abiertas clave sobre cómo se mueven la materia y la energía a través del cosmos desde su lanzamiento en septiembre de 2023.
Los dos telescopios espaciales de rayos X colaboraron para descubrir este evento único y comprender la llamarada y los vientos del agujero negro.
XMM-Newton rastreó la evolución de la llamarada inicial con su Monitor Óptico y evaluó la magnitud de los vientos con su Cámara Europea de Imágenes de Fotones (EPIC), mientras que XRISM detectó la llamarada y los vientos con su instrumento Resolve, estudiando también su velocidad y estructura, y descifrando cómo se lanzaron al espacio.
"Su descubrimiento es el resultado de una colaboración exitosa, algo que es parte fundamental de todas las misiones de la ESA", afirma Erik Kuulkers, científico del proyecto XMM-Newton de la ESA.
Al centrarse en un agujero negro supermasivo activo, los dos telescopios han descubierto algo nunca antes visto: vientos rápidos, ultrarrápidos y provocados por erupciones que recuerdan a los que se forman en el Sol. Curiosamente, esto sugiere que la física solar y de alta energía podría funcionar de maneras sorprendentemente familiares en todo el Universo.


