Cine: Bardot y la desgarradora historia del Renault 4L que ya no quiso conducir
La muerte de su amado perro la empujó a no volver a ponerse al volante

Un modesto coche, símbolo de la Francia rural, recuerda Le Figaro, que acompañaba a Bardot en sus desplazamientos diarios por las carreteras de Saint-Tropez entre su residencia principal, La Madrague, y su villa, La Garrigue, donde guardaba a sus animales.
Una pasión que no había pasado desapercibida para los medios, tanto que en octubre de 2023, a los 89 años, fue inmortalizada conduciendo este coche. La foto se viralizó en redes sociales: se la veía con el pelo recogido en un moño alto y grandes gafas de sol, una imagen que transmitía serenidad, dado que Brigitte acababa de recibir el alta hospitalaria.
Pero su pasión por los coches y los descapotables finalmente se desvaneció y se extinguió por la tragedia. La verdadera estrella de sus viajes y travesías no fue el coche en sí, sino ET, su querido perro, un "compañero" que Brigitte adoraba y que siempre llevaba consigo cuando se ponía al volante. La muerte de su amigo de cuatro patas la dejó devastada y la obligó a tomar una decisión profundamente dolorosa: dejar de conducir por completo, como confesó en una entrevista exclusiva con Bfmtv en marzo de este año: "No he conducido desde que murió mi perro".
Una elección de estilo de vida que asombró a los franceses, acostumbrados a ver a su ícono del cine siempre a bordo de vehículos icónicos, símbolos de libertad e independencia.
A lo largo de su vida, BB poseyó una impresionante colección de coches que acompañaron sus momentos más memorables, tanto que en la década de 1960, un conocido fabricante francés de automóviles la eligió como embajadora natural de su nuevo modelo. (ANSA).



