Copa Africana: Entre el rechazo y la ilusión
Marruecos palpita inicio de torneo que generó protestas, pero también despertó esperanzas

(di Riccardo Rossi) (ANSA) - RABAT, 20 DIC - Marruecos, flamante campeón de la Copa Árabe de la FIFA, se apresta para albergar la Copa Africana de Naciones, torneo que se pondrá en marcha este domingo y que la población, mayoritariamente, rechaza porque considera que el dinero invertido debería ser destinado a cuestiones más urgentes, aunque también genera ilusiones frente a la posibilidad de repetir el título logrado por única vez en 1976.
Los "Leones del Atlas" dirigidos por Walid Regragui, que celebraron en Lusail al derrotar a Jordania en la final de la Copa Árabe con un equipo alternativo entrenado por Tarik Sektioui, darán el puntapié inicial en la Copa Africana de Naciones en Rabat frente a Islas Comoras, selección entrenada por el italiano Stefano Cusin, considerada como una de las más débiles entre las 24 participantes en esta trigésimo quinta edición.
Marruecos se ilusiona por la reciente consagración y por su histórica actuación en la pasada Copa del Mundo celebrada también en Qatar, en 2022, en la que lograron un inédito cuarto puesto tras perder con Francia en semifinales antes de caer frente a Croacia en el duelo por el tercer escalón del podio, "hazaña" que lo confirmó como el mejor combinado del continente y lo ubica en el undécimo puesto del ranking FIFA, por delante incluso de equipos como Italia.
El sueño de gloria se encendió, además, con la reciente consagración del seleccionado juvenil en el Mundial Sub-20 que se disputó en Chile y que le permitió conquistar su primer título en esa categoría tras superar en la final a Argentina, la más laureada con seis coronas festejadas y cuya selección mayor defenderá la corona conquistada en 2022 el próximo año en el Mundial que albergarán Estados Unidos, México y Canadá.
Un Mundial en el que Marruecos debutará el 13 de junio en Nueva Jersey ante los pentacampeones mundiales de Brasil en el marco de un Grupo C que completarán Escocia y Haití, al cual pretenden llegar con un nuevo halago en esta Copa Africana conducidos en cancha por jugadores con roce internacional como Achraf Hakimi, Yassine Bounou, Brahim Diaz y Youssef En-Nesyri.
En esta edición son varios los candidatos pues a Costa de Marfil, que defiende la corona, se suman el Senegal de Sadio Mané, campeón de la Copa Africana de Naciones en 2022, así como Argelia, conducida por Riyad Mahrez, y Egipto, el seleccionado más laureado de la historia con siete coronas (la última de ellas en 2010), que cuenta con el goleador Mohamed Salah, así como Nigeria, que buscará rehabilitarse tras quedar al margen de la Copa del Mundo de 2026.
Son varias las selecciones que cuentan con grandes jugadores y campeones en sus filas, acostumbrados a brillar en los principales escenario, lo que refleja la creciente importancia e interés en la Copa Africana de Naciones, sobre todo en Europa, especialmente en los países con importantes comunidades africanas.
La atención será máxima, además, porque el torneo se disputará en un período de la temporada que, si bien es disputado debido a la diáspora forzada de muchos jugadores de sus respectivas Ligas, es privilegiado por la falta de alternativas, dado que los torneos de clubes de la UEFA, por ejemplo, están interrumpidos en esta época del año.
Lo que sucederá el 18 de enero, día de la gran final, tendrá un gran impacto en el país organizador porque representa un banco de pruebas para Marruecos, que organizará junto con Portugal y España el Mundial del Centenario en 2030, que tendrá algunos partidos en Uruguay, Argentina y Paraguay.
Por ese motivo se invirtieron millones de dólares en infraestructura, una decisión que alimentó el fuego de las protestas en una nación que sufre graves carencias en sectores vitales como la salud y la educación, situación que se expresó en protestas multitudinarias de jóvenes desde octubre, algunas de ellas violentas, en la capital y en otras ciudades del país.
Fue en reclamo para exigir la renuncia de las autoridades de gobierno, acusadas de concentrar los recursos en los grandes eventos, empezando por el Mundial de fútbol, afectando los servicios esenciales en un clima de frustración generalizada frente al aumento de las tasas de desempleo, la precariedad laboral y la falta de perspectiva para el futuro.
Una tensión que se percibe en el aire que las hazañas de los "Leones del Atlas" en esta Copa Africana de Naciones podrían al menos aplacar. (ANSA).



