Cuba se eleva casi a la cima de las tablas de vacunación del covid gracias a apuesta de hace décadas
Por Dave Sherwood y Anett Rios
20 dic (Reuters) - Cuba ha vacunado a más ciudadanos contra el COVID-19 que la mayoría de las naciones más grandes y ricas del mundo, un hito que convertirá al empobrecido país de gobierno comunista en un caso de observación a medida que la altamente contagiosa variante ómicron se propaga por el mundo.
La isla caribeña ha vacunado a más del 90% de su población con al menos una dosis, mientras que el 83% está inoculada por completo, situándose en segundo lugar a nivel mundial -solo por detrás de Emiratos Árabes Unidos- entre los países de al menos 1 millón de personas, según las estadísticas oficiales compiladas por "Nuestro mundo en datos".
¿Cuál es el secreto de Cuba? Si bien muchos de sus vecinos en América Latina, así como las economías emergentes a nivel mundial, han competido por las vacunas producidas por las naciones más ricas, las autoridades sanitarias dicen que Cuba dio un salto adelante desarrollando las suyas propias.
Las infecciones y muertes por COVID-19 se han desplomado en la isla en las últimas semanas, cayendo a menos del 1% desde su pico el 22 de agosto, cuando menos de la mitad de sus ciudadanos estaban vacunados. Casi todos los niños cubanos de entre 2 y 18 años ya han sido inoculados con vacunas locales.
Las escuelas han reabierto y los turistas extranjeros son bienvenidos de nuevo. Los hospitales y las morgues, que estaban desbordados en agosto, parecen estar operando a niveles prepandémicos, según testigos de Reuters.
"Es un logro verdaderamente notable, dado el tamaño de Cuba, y también el embargo estadounidense, que restringe su capacidad de importar", dijo William Moss, director del Centro Internacional de Acceso a Vacunas Johns Hopkins, un grupo universitario con sede en Estados Unidos que trabaja para garantizar el acceso equitativo a los países de bajos ingresos.
Cuba ha dicho que sus vacunas locales basadas en proteínas Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus brindan más del 90% de protección contra el COVID-19 sintomático cuando se ofrecen en esquemas de tres dosis.
Sin embargo, Cuba no ha publicado aún los resultados de sus ensayos clínicos a gran escala en revistas revisadas por pares, ni ha presentado los documentos requeridos por la Organización Mundial de la Salud para la aprobación de sus vacunas, según un recuento en línea de la OMS.
Por esta razón, algunos expertos en salud pública de otros países desconfían de recomendarlos hasta que se examinen los resultados.
Las vacunas -que se pueden producir de manera asequible y no requieren congelación- son una fuente potencial de necesitadas dosis para países de bajos ingresos de América Latina, África y Asia, según funcionarios de salud internacionales.
El progreso de Cuba está siendo monitorizado por COVAX, un programa global diseñado para garantizar un acceso justo a las vacunas contra el COVID-19.
"Han tardado en publicar resultados", dijo Moss. "Si (las vacunas) obtuvieran la calificación de la OMS (...) eso podría ser realmente importante a nivel mundial".
Cuba también está estudiando si la variante ómicron, que se informó por primera vez en la isla el 8 de diciembre, afecta a la protección.
En la última semana, nuevos análisis mostraron que es probable que algunas de las vacunas mundiales más utilizadas protejan menos contra la infección por ómicron. Se espera que las dosis sigan siendo eficaces contra enfermedades graves y la muerte.
"estándar de primer mundo"
Los documentos y datos necesarios para examinar las vacunas Soberana, desarrolladas por el Instituto Finlay de Vacunas (IFV) de Cuba, serán entregados a la OMS en el primer trimestre de 2022, dijo a Reuters Vicente Vérez, director de IFV.
Vérez dijo que los estándares de la OMS, que evalúan no solo la vacuna sino también las instalaciones de fabricación, han retrasado a Cuba.
"El estándar de calidad con el cual se exige que se produzca la vacuna es un estándar del primer mundo y es complejo de alcanzar en un país pobre", dijo Vérez. "Tenemos que avanzar más ahora en el proceso productivo, que dé garantías de que cuando presentemos el expediente a la OMS pasemos la precalificación".
La industria biotecnológica cubana comenzó a crecer en los años 80, respaldada por el fallecido líder revolucionario Fidel Castro, quien vio al sector como vital para la autosuficiencia de la nación comunista frente al embargo estadounidense. Sin embargo, algunas de sus instalaciones están envejeciendo.
Vérez dijo que Cuba está negociando con Canadá e Italia para producir sus vacunas en esos países y ser exportadas a las regiones necesitadas, incluida África.
Mientras tanto, el virólogo Amílcar Pérez Riverol, con base en Brasil, dijo que Cuba se enfrentará a una nueva prueba con ómicron.
Las elevadas tasas de vacunación, un grupo numeroso que ganó inmunidad por infecciones previas, más la decisión temprana de Cuba de inocular completamente a sus niños, "ponen al país en una posición realmente positiva de cara a la futura evolución de la pandemia", comentó.
No obstante, dijo que la comparativamente grande población anciana de Cuba, la falta de suministros médicos y un sistema de salud tambaleante la hacen vulnerable.
"De ninguna manera se puede cantar victoria definitiva", afirmó.
(Reporte adicional de Marc Frank y Mario Fuentes; editado en español por Carlos Serrano)