Desconecta.- María José Gómez y Verdú, experta en protocolo: "Nunca digas 'te doy el ticket regalo por si no te gusta'"
Desconecta. María José Gómez y Verdú, experta en protocolo: "Nunca digas 'te doy el ticket regalo por si no te gusta'"

MADRID, 15 Dic. 2025 (Europa Press) -
Entregar un regalo acompañado de un "por si no te gusta" es un gesto mucho más habitual de lo que parece en Navidad. Con la intención de facilitar un posible cambio, muchas personas incluyen el ticket de regalo casi como una explicación previa, sin ser conscientes de que ese detalle puede condicionar el momento del regalo.
Sobre esta práctica tan extendida se ha pronunciado la experta en protocolo María José Gómez y Verdú, responsable de protocoloyetiqueta.es, que recuerda que el ticket de regalo sí puede entregarse, pero nunca de cualquier manera. La clave, explica, está en la discreción y en saber cuándo es realmente apropiado incluirlo.
"NUNCA DIGAS 'TE DOY EL TICKET REGALO POR SI NO TE GUSTA'"
La experta señala que se puede incluir el ticket junto al regalo, pero nunca debe ir a la vista ni suelto. Según explica, lo recomendable es colocarlo dentro de un sobre discreto que acompañe al obsequio, evitando que sea lo primero que vea el receptor.
Además, advierte que no se debe comentar nunca: "Te doy el ticket por si no te gusta", ya que hacerlo pone en evidencia que el regalo podría no gustar, algo que debe decidir libremente la persona que lo recibe.
CUÁNDO SE DEBE AÑADIR EL TICKET JUNTO AL REGALO
Gómez y Verdú explica que el ticket solo es necesario en regalos muy personales, como ropa, zapatos o artículos que dependen de tallas o gustos específicos. En estos casos, permite al receptor cambiarlo si lo desea, siempre de manera discreta.
En cambio, en regalos simbólicos o artesanales, que se dan por cortesía o afecto, los tickets no deben incluirse. Añadirlos podría restar valor emocional a un obsequio pensado para agradecer una invitación --por ejemplo, a una comida-- o transmitir cariño.
Por último, la experta insiste en que la persona que regala nunca debe investigar si el regalo se ha cambiado. La intención del acto de regalar debe ser respetada, sin condicionar ni cuestionar la decisión del receptor.



