Desconecta. Por qué las tablas hechas de aluminio descongelan la comida mucho más rápido (y no es magia)
Desconecta. Por qué las tablas hechas de aluminio descongelan la comida mucho más rápido (y no es magia)

MADRID, 15 Dic. 2025 (Europa Press) -
Las tablas descongelantes de aluminio llaman la atención por su capacidad para acelerar la descongelación de alimentos sin necesidad de electricidad ni calor añadido. A simple vista pueden parecer un truco poco fiable, pero su funcionamiento tiene una base física clara y conocida.
El químico Vladimir Sánchez, conocido en redes como @breakingvlad, ha explicado por qué este tipo de tablas pueden reducir el tiempo de descongelación en determinados casos y cuáles son sus límites. La clave, señala, está en las propiedades del aluminio y en su capacidad para transferir el calor del entorno al alimento de forma más eficiente que otros materiales habituales en la cocina.
CÓMO DESCONGELAR LA COMIDA EN SOLO UNOS MINUTOS
La función de la placa descongelante es simple. El químico explica que estas tablas suelen estar fabricadas en aluminio, un metal conocido por ser un excelente conductor térmico. Esto significa que puede transferir calor de un lugar a otro de forma rápida y eficiente.
Por ello, cuando colocas un alimento congelado sobre la tabla, el calor de la propia superficie y del ambiente se transfiere al alimento de manera mucho más rápida que si lo pusieras sobre madera u otros materiales, que son malos conductores térmicos. De este modo, según explica el químico, el alimento se descongelará en tan solo unos pocos minutos.
QUÉ DEBES DE TENER EN CUENTA
Aun así, estas tablas no eliminan los riesgos asociados a una descongelación incorrecta. Las guías de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recuerdan que dejar alimentos a temperatura ambiente puede favorecer la proliferación bacteriana, ya que entre 5 ºC y 65 ºC se encuentra la llamada "zona de peligro".
Por ello, aunque estos utensilios pueden ser útiles para acelerar el proceso, siempre es recomendable combinar su uso con prácticas seguras de descongelación. Lo más recomendable es descongelar los alimentos en la nevera, con agua fría o en el microondas, métodos controlados que mantengan los productos fuera de la llamada 'zona de peligro' bacteriana.



