EEUU: Trump, un gladiador que dará pelea en 2026
Video difundido por la Casa Blanca, inspirado en el filme de Ridley Scott

El montaje alterna imágenes de Russell Crowe en el papel de Máximo Décimo Meridio con escenas del mandatario estadounidense, acompañado por la leyenda: "Trump prepara a su equipo para 2026". Con música electrónica de fondo y un ritmo acelerado, el video culmina con la frase más célebre del protagonista del film: "A mi señal, desaten el infierno".
El material se viralizó de inmediato en redes sociales y plataformas digitales, generando millones de reproducciones en pocas horas, pero también una ola de comentarios irónicos y críticos.
"¿Vieron realmente Gladiador? ¿Saben que Roma lo traiciona, apenas termina esa batalla, lo reduce a la esclavitud y asesina a su esposa y a sus hijos?", escribió un usuario. "Toda la película es una condena al Imperio y a la corrupción del poder tras la caída de la República", apuntó otro. "Si este video es la carta de presentación de 2026, está claro que no será un año tranquilo", resumió un tercer comentario ampliamente compartido.
Más allá de la reacción en redes, el mensaje fue leído por analistas políticos como una señal de endurecimiento retórico en la antesala de un año clave, marcado por las elecciones legislativas de mitad de mandato y por una agenda cargada de tensiones internas e internacionales.
El uso de símbolos épicos, referencias cinematográficas y una narrativa de confrontación no es nuevo en la estrategia comunicacional de Trump. A lo largo de su carrera política, el presidente ha recurrido de manera sistemática a la cultura pop, al lenguaje bélico y a metáforas de lucha para reforzar una imagen de liderazgo fuerte, personalista y en permanente conflicto con el sistema político tradicional.
En este caso, la elección de Gladiador resulta particularmente significativa. El film narra la historia de un general traicionado por el poder imperial, convertido en esclavo y empujado a luchar en la arena, en una Roma presentada como decadente, corrupta y moralmente agotada. Esa lectura alimentó interpretaciones críticas sobre el mensaje implícito del video y sobre el paralelismo involuntario que plantea con la propia narrativa de victimización que Trump ha construido frente a las instituciones.
La difusión del video se produce además en un contexto de fuerte polarización política en Estados Unidos, con debates abiertos sobre inmigración, política exterior, economía y el rol del Estado federal, y con una estrategia presidencial cada vez más apoyada en la movilización de su base electoral más dura.
Para sus seguidores, el mensaje refuerza la idea de un líder dispuesto a "dar batalla" contra el establishment. Para sus críticos, en cambio, confirma una deriva hacia una retórica cada vez más agresiva y teatral, que anticipa un 2026 marcado por la confrontación política y la incertidumbre institucional. (ANSA).



