El BCE mantiene las tasas y se muestra más positivo sobre la economía

Por Francesco Canepa y Balazs Koranyi
FRÁNCFORT, 18 dic (Reuters) - El Banco Central Europeo mantuvo sin cambios sus tipos de interés oficiales el jueves, tal y como se esperaba, y revisó al alza algunas de sus previsiones de crecimiento e inflación, una medida que probablemente cierre la puerta a nuevos recortes en el corto plazo. Las últimas cifras de crecimiento de la zona euro han estado por sobre las expectativas del BCE, gracias a que los exportadores han sorteado los aranceles estadounidenses mejor de lo previsto y a que el gasto interno ha contrarrestado el malestar en el sector manufacturero.
La inflación, por su parte, ha rondado el objetivo del 2% del BCE, impulsada por el aumento de los precios en el sector servicios, y se espera que se mantenga en ese nivel en un futuro próximo.
"La inflación se ha revisado al alza para 2026, principalmente porque los expertos esperan ahora que la inflación de los servicios disminuya más lentamente", dijo el BCE en un comunicado de prensa. Las perspectivas más optimistas ya han llevado a los inversores a poner punto final a un ciclo de relajación que llevó al BCE a reducir su tipo de interés oficial del 4% al 2% hasta el pasado mes de junio.
En una rueda de prensa en la que se le preguntó si era más probable que la próxima subida de tipos del BCE sea al alza que a la baja, la presidenta del banco, Christine Lagarde, dijo que los responsables de política monetaria estaban de acuerdo en que "no hay una fecha fija para ningún movimiento".
"Fue una opinión unánime en la mesa", dijo, repitiendo la línea del BCE de que fijaría los costos de financiación reunión a reunión dependiendo de los datos que fueran llegando y que no se comprometía de antemano a una senda de tipos.
"Con el grado de incertidumbre al que nos enfrentamos, sencillamente no podemos ofrecer una orientación de cara al futuro", añadió.
¿SUBIDA DE TIPOS? En sus nuevas proyecciones, el BCE sigue considerando que la inflación será menor al 2% el año que viene y en 2027, debido sobre todo al descenso de los costes de la energía, pero espera que vuelva al objetivo en 2028. Señaló que la inflación de los servicios podría disminuir más lentamente de lo previsto debido a los costes salariales. Se considera que el crecimiento de la producción será ligeramente más rápido este año porque la economía de la zona euro está demostrando ser más resistente de lo que se temía al impacto del aumento de los aranceles estadounidenses y las importaciones chinas baratas. Lagarde dijo que las exportaciones siguen siendo "sostenibles" en el clima actual.
El BCE no pudo hacer otra cosa que reconocer que la actividad económica de la zona euro, aunque poco espectacular, ha sido mejor de lo esperado.
Ahora prevé un crecimiento del 1,4% este año, del 1,2% en 2026 y del 1,4% en 2027 y 2028. Los economistas del sector privado también pronostican que el crecimiento se mantenga el año que viene, apoyado por las inversiones previstas por el Gobierno alemán en defensa e infraestructuras y un mercado laboral relativamente tenso, en el que los trabajadores han visto por fin cómo los salarios se ponían al nivel de la subida de los precios tras la pandemia. "La estabilidad del mercado laboral, el crecimiento del sector servicios y el estímulo fiscal alemán impulsarán la economía de la zona euro en los próximos meses", dijo Felix Schmidt, economista de Berenberg.
Las previsiones de inflación subyacente del BCE para 2026-27 también aumentaron.
Estas previsiones son cruciales, ya que tienen en cuenta el efecto del retraso del nuevo régimen de comercio de derechos de emisión de dióxido de carbono de la Unión Europea, que reducirá mecánicamente la inflación general en 2026-27 y la elevará en 2028. Entre los factores que probablemente pesarán en la inflación está la fortaleza del euro frente al yuan chino o renminbi, que está haciendo aún más difícil para la zona euro competir con China, y frente al dólar estadounidense, que puede caer aún más si la Reserva Federal recorta los tipos más rápidamente bajo un nuevo presidente. "Cuando se observa la balanza comercial de Europa, parece que el problema de competitividad es mucho más pronunciado frente a China que frente a EEUU. Para mí, el tipo de cambio que hay que mirar no es el del dólar-euro, sino el del euro-renminbi", dijo Isabelle Mateos y Lago, analista de BNP. (Información de Balazs Koranyi y Francesco Canepa; edición de Catherine Evans; editado en español por Tomás Cobos, María Bayarri Cárdenas y Benjamín Mejías Valencia)



