El caso de incesto documentado más antiguo del mundo, en Calabria
Hace más de 3.500 años Evidencia en ADN extraído de huesos y dientes de la Edad de Bronce

El estudio, que ofrece una perspectiva única sobre la historia genética y cultural de la Calabria prehistórica, se publica en la revista Communications Biology por un equipo internacional de investigación dirigido por la Universidad de Bolonia y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania.
El equipo analizó ADN antiguo extraído de restos óseos y dentales de más de 20 individuos hallados en la cueva, uno de los yacimientos más importantes de la prehistoria calabresa, utilizado durante milenios como mina, refugio y lugar de enterramiento.
"Nuestro análisis muestra que la población de la Gruta de la Monaca tenía fuertes afinidades genéticas con las poblaciones de la Edad del Bronce Temprano en Sicilia, pero se distinguía por la ausencia de influencias genéticas orientales, presentes en las comunidades sicilianas contemporáneas", explica Francesco Fontani, autor principal del estudio.
A partir de los entierros, los investigadores reconstruyeron árboles genealógicos parciales de varios individuos. "Identificamos un caso excepcional de unión reproductiva entre progenitor e hijo, la primera evidencia genética de este tipo documentada en un contexto arqueológico", continúa Fontani.
En concreto, los investigadores encontraron a un varón preadolescente, fruto de una unión incestuosa de primer grado entre un varón adulto enterrado en la cueva y su hija, cuyos restos, sin embargo, no se encontraron.
Se trata de "un hallazgo extraordinario, pero complejo de interpretar, que debe interpretarse no solo biológicamente, sino también culturalmente", subraya Fontani. Podría reflejar un acto de violencia, pero también un comportamiento socialmente tolerado o una tradición particular.
"Sin duda, representaban una desviación sustancial de la norma. De hecho, rara vez presenciamos uniones entre parientes cercanos, y nunca antes entre padre e hijo", señala el experto.
El análisis genómico también revela que los individuos de Gruta de la Monaca no estaban aislados: a pesar de vivir en una zona montañosa y difícil, mostraban signos de movilidad y afinidades genéticas con poblaciones del centro y norte de Italia. (ANSA).



