El cineasta José Luis Guerin explora las historias universales de la periferia de Barcelona
Más de dos décadas después de "En construcción", el cineasta español José Luis Guerin se adentra de nuevo en un barrio de Barcelona, pero esta vez en la periferia, donde las historias humanas reflejan "los...

Más de dos décadas después de "En construcción", el cineasta español José Luis Guerin se adentra de nuevo en un barrio de Barcelona, pero esta vez en la periferia, donde las historias humanas reflejan "los conflictos del mundo" que azotan la actualidad.
En "Historias del buen valle", Guerin recorre Vallbona, un barrio en los límites de Barcelona, encajado entre un río, las vías férreas y las autopistas, antaño un arrabal casi rural y ahora en vías de convertirse en una ciudad dormitorio.
En el documental, que ganó en septiembre el premio especial del jurado en el Festival de San Sebastián, el director catalán da voz a sus habitantes, desde los más ancianos, que construyeron las primeras chabolas casi clandestinamente, hasta los recién llegados, venidos del Magreb, India o Guinea.
En este reducido hábitat urbano, salpicado de minúsculos huertos y una acequia, con sus variopintos vecinos, Guerin encuentra historias de "resonancia universal".
"A partir de una realidad tan pequeñita descubres los conflictos del mundo", explica en París el cineasta, en una entrevista a AFP coincidiendo con el estreno del documental esta semana en Francia y una retrospectiva sobre su obra de la Cinemateca francesa.
"Lo comparo con la hoja de un árbol que, observándola con cuidado, te permite interpretar el árbol entero", añade.
En el filme, donde se hablan una docena de idiomas, los testimonios de los vecinos mencionan casos de racismo y "bullying", como cuenta una chica marroquí que le sucedió a su hermano.
También un grupo de mujeres rusas y ucranianas, llegadas recientemente al barrio, hablan entre ellas sobre la guerra entre sus países y cómo contarla a sus hijos. En otro momento del filme, varios campesinos se preocupan por el calentamiento global y el futuro de sus huertos con la especulación inmobiliaria.
"El estado del mundo"
"Es una película muy del siglo XXI, donde se lee el estado del mundo, el cambio climático, las guerras actuales [...] los desahucios, la soledad de la ciudad dormitorio", reitera Guerin, nacido en Barcelona en 1960.
"En construcción" (2001), el documental con el que ganó notoriedad y que también fue premiado en San Sebastián, se sitúa igualmente en un céntrico barrio de Barcelona, en plena transformación urbanística y de gentrificación.
Ambos largometrajes muestran una zona desfavorecida de la ciudad catalana y "abordan un paisaje urbano en movimiento, que cambia y que solo se entiende a través del paisaje humano", comenta.
Pero los dos vecindarios son muy diferentes.
En "En construcción", en el entonces llamado "barrio chino", todo era "más visible", y paseando por la calle se veían enseguida personajes y situaciones interesantes. En Vallbona, en cambio, de entrada "todo parecía muy mudo, casi infilmable" y para comprenderlo fue necesario un trabajo más intenso e introspectivo.
El director estuvo dos años y medio trabajando en "Historias del buen valle". Durante ese tiempo, hubo en total unos 30 días de rodaje intermitente, un largo proceso que ayuda a incluir en el relato los cambios que se producen en los personajes, en el entorno...
"El método de trabajo que utilizo son rodajes discontinuos que me permitan una permeabilidad para ir integrando el azar, los imprevistos, el movimiento de la vida", cuenta.
Este gran arco temporal también es una forma de conocer más a fondo a los personajes filmados, en este caso los vecinos de Vallbona.
Aunque ellos no lo sepan, dice Guerin, "son coguionistas y correalizadores de la película porque me estoy nutriendo de lo que me han ido aportando".



