El FMI revisa al alza su previsión de crecimiento para Rusia en 2024, a 3,2%

El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó el martes al alza sus previsiones de crecimiento para Rusia en 2024, al 3,2%, por encima del 2,6% proyectado hasta ahora, gracias a la resiliencia de una economía estimulada por los pedidos militares.
Tras más de dos años de conflicto en Ucrania, Rusia ha logrado, gracias a sus socios asiáticos especialmente, reponerse del shock inicial de las sanciones occidentales.
El país sigue contando con importantes ingresos fiscales vinculados a los hidrocarburos, en particular el petróleo, que se está vendiendo por encima del tope de 60 dólares el barril fijado por el G7.
El año 2023 estuvo marcado por una fuerte actividad económica, debida según los observadores al incremento del gasto federal y de los sueldos, en este caso por la penuria de mano de obra que ha supuesto la partida de cientos de miles de rusos al frente o al extranjero.
Prueba de esta situación es que el desempleo en Rusia alcanzó en febrero de este año un mínimo histórico del 2,8% de la población activa.
Esta reestructuración acelerada de la economía rusa se ha visto acompañada de una inflación más alta (7,7% en marzo) y una mayor dependencia de las inversiones federales.
En el primer trimestre del año, el gasto federal aumentó un 20% interanual, según el ministerio ruso de Finanzas.
Para 2025, el FMI anticipa un crecimiento menos dinámico, del 1,8%, al prever un debilitamiento de los efectos derivados de la inversión y las subidas salariales.
El Banco Mundial espera a su vez un crecimiento de 2,2% en Rusia en 2024.
El banco central ruso, más conservador, pronostica un crecimiento anual de entre el 1 y el 2%.
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