El Gobierno portugués modificará la reforma laboral tras la huelga general

Por Sergio Goncalves
LISBOA, 17 dic (Reuters) - El Gobierno minoritario de centro-derecha de Portugal ha dicho que modificará la legislación de la reforma laboral para apaciguar a los sindicatos tras la primera huelga general del país en más de una década.
La propuesta de revisión de más de 100 artículos del Código del Trabajo es una parte importante de la agenda del Gobierno para impulsar la productividad y el crecimiento económico. Los sindicatos afirman que favorece a los empresarios en detrimento de los derechos de los trabajadores y la semana pasada convocaron la primera huelga general desde junio de 2013.
Tras reunirse con la dirección del sindicato paraguas Unión General de Trabajadores (UGT), la ministra de Trabajo, Maria do Rosário Ramalho, dijo que el Gobierno estaba dispuesto a llegar a un compromiso.
"Ha sido una reunión muy constructiva. No se trata de dar marcha atrás, sino de acercar posiciones en una negociación", declaró a la prensa a última hora del martes.
Ramalho dijo que UGT también presentaría propuestas para buscar un punto intermedio.
El secretario general de UGT, Mário Mourão, dijo que la reunión lo había dejado optimista sobre la voluntad negociadora del Gobierno y la calificó de un reinicio positivo hacia un acuerdo.
Las reformas laborales prevén flexibilizar el despido procedente en las pequeñas y medianas empresas y eliminar los límites a la subcontratación. Otras medidas incluyen la limitación a dos años de los derechos de flexibilidad laboral de las madres lactantes.
PRODUCTIVIDAD INFERIOR A LA DE MUCHOS OTROS ESTADOS DE LA UE
Según los datos de Eurostat, la productividad de Portugal por hora trabajada es el 80,5% de la media de la UE, la quinta más baja de los 27 Estados miembros.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), las rígidas normas laborales portuguesas protegen el empleo indefinido, pero limitan la flexibilidad, lo que lleva a los trabajadores jóvenes cualificados a aceptar contratos precarios, en una economía dominada por pequeñas empresas con una gestión débil y niveles bajos de innovación.
El proyecto de ley está siendo debatido entre confederaciones empresariales y sindicatos, paso obligatorio antes de su presentación al Parlamento. El partido de extrema derecha Chega, el mayor de la oposición, ha declarado que podría retirar su apoyo al proyecto de ley si no se modifica, a pesar de haberlo respaldado anteriormente.
(Información de Sérgio Gonçalves, edición de Timothy Heritage, edición en español de Jorge Ollero Castela)



