Francia anuncia nueva requisa de personal ante continuidad de huelga en refinerías
El gobierno anunció este jueves la requisa del personal de un nuevo depósito de combustible para paliar el desabastecimiento en Francia, donde el gigante TotalEnergies propuso un aumento salarial en 2023 menor que el reclamado por los huelguistas.
Casi un tercio de gasolineras, sobre todo en París y el norte de Francia, carecen de combustible por el paro que mantienen desde fines de septiembre los trabajadores de seis de las siete refinerías del país para reclamar un alza salarial.
Las largas filas de espera de unos automovilistas desesperados, muchos de los cuales necesitan el auto para trabajar, proyectaron todas las miradas hacia el gobierno que, a pesar de sus llamados iniciales al diálogo, acabó por intervenir.
"El gobierno asume su responsabilidad" e "inició la requisa de personal para que se haga efectiva a las 14H00" (12H00 GMT) en un depósito próximo a Dunkerque (norte), indicó a la AFP una fuente de la oficina de la primera ministra, Élisabeth Borne.
El jueves por la mañana, una docena de policías se encontraban frente al depósito de TotalEnergies en Mardyck, donde una treintena de empleados, junto a banderas sindicales, protestaban en la entrada, constató un periodista de la AFP.
Obligar a los huelguistas a trabajar es una medida excepcional. El principal precedente remonta a 2010, cuando el gobierno del conservador Nicolas Sarkozy requisó trabajadores de refinerías en huelga contra una reforma de las pensiones.
El miércoles, el gobierno ya había activado una medida similar en un depósito de Esso-ExxonMobil en la refinería de Gravenchon-Port-Jérôme (norte), tras las críticas de inacción de las que tuvo que defenderse el presidente liberal Emmanuel Macron.
"Siempre se tiende a pasar la patata caliente al gobierno. [Pero] no podemos remplazar a todo el mundo", aseguró Macron el miércoles por la noche en una entrevista en la cadena France 2, llamando a la "responsabilidad" a TotalEnergies y a la CGT.
Según un sondeo de Elabe para la cadena BFMTV, una pequeña mayoría de franceses apoya la movilización de los empleados de TotalEnergies y Esso-ExxonMobil: un 42% la aprueban, un 40% la desaprueban y el resto se dice indiferente.
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El ministro de Economía, Bruno Le Maire, llamó este jueves a TotalEnergies a "aumentar sus sueldos", ya que el grupo logró más de 10.000 millones de dólares de beneficios en el primer semestre de 2022 en parte por el alza de los precios de la energía.
Minutos después, el gigante francés anunciaba en un comunicado enviado a la AFP una prima "excepcional" de un mes de sueldo a sus empleados en el mundo, que se sumará a un alza de los salarios del 6% para sus empleados en Francia en 2023.
La central sindical CGT, a la cual se sumó el miércoles FO, reclama no obstante un aumento del 10% en 2022 --7% por la inflación y 3% por el reparto de ganancias--, pero la dirección de esa empresa está abierta a negociar solo el salario de 2023.
"No se negocia en los medios", indicó a la AFP el coordinador de la CGT en este grupo, Éric Sellini, para quien este "desprecio a las organizaciones y los huelguistas" por la dirección "no mejorará el clima reinante".
La CGT, que anunció un recurso de urgencia contra la requisa del depósito de Esso-ExxonMobil, considera que esta medida supuso un punto de inflexión y busca extender el paro, con una huelga interprofesional el martes en apoyo a un aumento salarial.
La iniciativa podría aumentar la tensión social en Francia, donde, en un contexto de inflación y llamados a ahorrar energía por la guerra en Ucrania, el gobierno prepara el terreno para aprobar una controvertida reforma de las pensiones.
El primer intento de Macron de retrasar la jubilación de 62 a 65 años generó protestas masivas en 2019 y 2020. Esta medida estará en el punto de mira en la marcha que la oposición de izquierda organizó el domingo "contra la vida cara".
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